Ante el fracaso del plan de ahorro, la naviera marsellesa pide ayuda al Gobierno francés.
El plan de ahorro de 600 millones de dólares, anunciado hace seis meses, ha fracasado. CMA CGM no puede hacer frente al pago de intereses de su deuda de 3.500 millones de dólares, y los acreedores comienzan a inquietarse. Una reunión de urgencia en Bercy abre la vía de la ayuda estatal para salvar al primer armador galo
El diario francés Le Figaro publica que la dirección de la naviera CMA CGM se ha reunido recientemente en París con representantes del ejecutivo galo y con portavoces de los acreedores de la compañía para discutir una posible ayuda pública procedente de los Fondos Estratégicos de Inversión. Al parecer, la reunión tiene por origen el hecho de que el plan de recuperación de CMA CGM, anunciado el pasado mes de abril, habría fracasado. La situación financiera de la primera naviera francesa y tercera del mundo se degrada a toda vela. A pesar de que aún el año pasado la naviera registraba un aumento del 28 por ciento en su cifra de facturación (acompañado de un descenso del 82 por ciento del resultado neto), los volúmenes transportados y las tarifas se han hundido desde el primer trimestre.
El plan presentado en abril pretendía generar ahorros por valor de 600 millones de dólares para alcanzar el equilibrio operativo, pero la reunión de París da pie al diario francés a afirmar que las pérdidas son más elevadas de lo previsto y que por ello los acreedores comienzan a inquietarse. Le Figaro expone que CMA CGM no puede hacer frente a sus obligaciones financieras de los próximos meses, y en concreto al pago de intereses de una deuda que ascendería a 3.500 millones de dólares. El mes pasado, el presidente de la naviera, Jacques Saadé, afirmó que a pesar de que el año 2009 sería “malo”, su expectativa era que la empresa volviera a presentar beneficios desde el primer trimestre de 2010; aunque también vislumbró la posibilidad de vender activos.
La reunión de Bercy revela una situación preocupante. La ayuda estatal evocada por el diario parisino iría dirigida a reforzar los recursos propios de la naviera, y a dar confianza a los bancos acreedores. En efecto, el Estado francés no tiene ningún interés en dejar que se hunda la primera naviera de Francia; la empresa número uno de Marsella; y uno de los principales contribuyentes a los tráficos de mercancías en el sistema portuario francés. Por otra parte, la naviera ha anunciado un alza de sus tarifas en todos los transportes entre Europa, India y Pakistán a partir de octubre, así como un sobrecargo si el envío rebasa las 23 toneladas por TEU.