Tras casi cuatro años de negociaciones, el grupo Repsol y la Autoridad Portuaria de La Coruña han cerrado por fin un acuerdo para el inicio del traslado de la refinería al puerto exterior. El coste de la indemnización, uno de los caballos de batalla en las conversaciones, se fija en 23,9 millones, muy lejos de los 200 millones que llegó a reclamar la petrolera en un principio, que asume una inversión superior a los 120 millones.
El acuerdo, que permitirá liberar más de 26.000 metros cuadrados en los muelles interiores, incluye todos los aspectos empresariales y jurídicos para iniciar las actuaciones que conllevan el traslado de las operaciones de crudo y de sólidos (coque y azufre). En esta fase, se mantendrán en el interior el resto de los tráficos de productos elaborados y coque calcinado, que discurre por circuito cerrado.
La petrolera, principal cliente del puerto de La Coruña, ocupará una parcela de 30.000 metros cuadrados, 15.000 metros cuadrados de tuberías, así como 20.000 metros cuadrados de lámina de agua. El acuerdo recoge, a su vez, una posible futura ampliación de las instalaciones con 285.000 metros cuadrados adicionales. El tráfico de petróleo crudo, que en el año 2012 ascendió a 4 millones de toneladas, supone entre el 56 y el 63 por ciento del total de las mercancías cargadas y descargadas por la empresa en el puerto coruñés.
El traslado será gradual, para ir evaluando como transcurre la operación en el puerto exterior, según informa Repsol a través de un comunicado. Se prevé que las instalaciones puedan estar plenamente operativas en 2018.