La propuesta para una zona marítima europea sin fronteras existe desde 2001, según publica el diario belga Le Lloyd. En el marco de un transporte marítimo más efectivo, el objetivo es transferir cargas desde A hacia B de una forma tan fluida como por carretera.
En esta dirección un acuerdo ya existe para la introducción de un procedimiento de “Servicio Regular de Transporte Autorizado” gracias al cual el armador no debe demostrar en cada puerto de escala que carga sólo mercancías de la Unión Europea (UE). Desde 2009, el estatus obtenido no concierne al barco, sino al armador, lo que es un gran paso hacia adelante. Pero el tema se complica cuando el barco hace escala en un puerto que no es de la UE.
La tarea debería ser simplificada con un intercambio electrónico de datos, como por ejemplo el que utiliza la Agencia Europea de Seguridad (EMSA). Pero las aduanas se resisten a renunciar al concepto de zona territorial marítima para las mercancías intraeuropeas, y actúan contra la simplificación de los procedimientos administrativos.