Las primeras “autopistas del mar”, proyecto estrella de intermodalidad europea, deberían unir España y Francia a partir del 1 de enero. Cada una de estas rutas recibirá 30 millones de euros de dinero público en los primeros cinco años de servicio. Sin embargo, la Comisión Europea espera los resultados de una investigación de las autoridades de defensa de la competencia antes de autorizar a los gobiernos de Madrid y de París a que inviertan las colosales sumas.
La diputada europea Coreen Wortmann defiende que “las sumas de ayudas acordades superan ampliamente los límites definidos en el programa Marco Polo”. Navieras como Transfennica estiman que las subvenciones serán un factor indiscutible de distorsión de la competencia.
Las rfeservas expresadas por la europarlamentaria y la compañía especializada en short sea shipping podrían retrasar la partida de las “autopistas del mar”, y en concreto de la ruta entre Gijón y Nantes, impulsada por Grimaldi y LD Lines. Un portavoz de la naviera italiana señala que “es impensable que la Comisión rechace un proyecto que ha defendido durante tantos años, pero es cierto que los resultados del informe son una fuente de incertidumbre”.