Cuando en septiembre de 2006 la Comisión Europea decidió derogar la exención en bloque al Tratado de la Unión de la cual gozaban las conferencias de armadores (Reglamento 4056/86), prometió un periodo de transición, así como una nueva serie de líneas directices emanadas de una consulta pública. Ahora, la Comisión Europea ha presentado esas nuevas líneas directrices relativas a la aplicación de las normas del Tratado de la Unión en el sector del transporte marítimo de línea. En general, todas las partes afectadas, cargadores y navieras, han acogido bien los nuevos planteamientos.
Según Chris Bourne, director de la Asociación de Navieras Europeas de Línea (ELAA), el nuevo documento responde a las expectativas, pues es una prolongación del texto presentado en la fase de consulta. A partir de ahora, los armadores podrán de forma limitada intercambiar información sobre la evolución de la oferta y la demanda para establecer un índice histórico de precios. Esta actividad se desarrollará en el marco del lobby ELAA, en el que participan todos los grandes armadores y que será transformado en una asociación profesional. La nueva organización conservará su nombre, publicará los datos sobre la oferta y la demanda pero no podrá concluir acuerdos tarifarios. Chris Bourne seguirá al frente de la asociación, mientras que para el cargo de presidente suena el nombre de Rod Riseborough, actual presidente de la FEFC.
Los cargadores también han acogido favorablemente las nuevas líneas directrices, pero expresan algunas reservas que han sido trasladadas a través del Consejo de Cargadores Europeos (ESC). “Los armadores van a tener que aprender a hacer equilibrismos”, señala Nicolette van der Jagt, secretaria general del ESC. La asociación de usuarios del transporte asegura que se mantendrá muy vigilante al intercambio de información. Si este tráfico de datos afectara de una manera u otra a la competencia entre armadores, entonces debería considerarse que está violando el tratado. Van der Jagt pone por ejemplo una información sobre las acciones o intenciones de un armador, y que pudieran influir en las decisiones de otro.