La recuperación de la economía mundial en 2010 se tradujo en un aumento del transporte y una rápida reactivación de la demanda de camiones en algunos mercados no europeos, aunque en el Viejo Continente también se apreció una mejoría. En este marco, Scania consiguió los mejores resultados de su historia, entregando 63.712 vehículos en 2010, con un crecimiento del 47 por ciento, consiguiendo unas ventas netas de 8.683 millones de euros (+26 por ciento), con unos beneficios netos de 1.011 millones de euros.
Con la misma proporción de cambio (9 coronas suecas por cada euro), el grupo Volvo acumuló en 2010 unas ventas netas de 29.417 millones de euros, un 21,2 por ciento más que en 2009 con unos beneficios de 1.246 millones, frente a los 1.632 millones perdidos en 2009. En términos de vehículos, el grupo Volvo, que comercializa esta marca y también Renault, Mack y UD Trucks (la antigua Nissan Diesel), aumentó un 41 por ciento sus entregas, alcanzando en 2010 un total de 127.681 vehículos.
Las entregas de Volvo sumaron 116.969 unidades, un 75 por ciento más que en 2009, destacando el mercado europeo, donde Volvo ha conseguido recuperarse más que duplicando sus ventas, que habían descendido a niveles muy bajos. Sin embargo, tanto los resultados de Volvo como los de Scania no fueron bien acogidos por los mercados bursátiles, que preveían cifras mejores.
El origen de esa diferencia está en el aumento de precio de las materias primas, una inoportuna fortaleza de la corona sueca frente a otras divisas, que podría agravarse durante el primer semestre de 2011, y también en la incapacidad de muchos proveedores de equipos y componentes para aumentar su producción y poder atender la subida de la demanda de vehículos.