La estadounidense cerró su año fiscal con unas pérdidas de 657 millones, llevando su cotización en la bolsa de Nueva York a su peor nivel de los útimos seis meses.
El fallo a la hora de alcanzar las normas EPA 2010 (nuestra Euro 6), con susmotores de 13 litros sin AdBlue ha vuelto a pasar factura a Navistar, que también se ha visto perjudicada por la contracción de la demanda de sus vehículos industriales. El fabricante estadounidense cerró su último año fiscal con unas pérdidas de 657 millones
Los accionistas de Navistar se han vuelto a llevar un gran disgusto al ver como los 898 millones de dólares (unos 657 millones de euros) perdidos por la compañía en su último año fiscal, cerrado el 31 de octubre de 2013, llevaban la cotización de las acciones de la compañía en la bolsa de Nueva York a su peor nivel de los últimos seis meses. El fabricante estadounidense de camiones, que lleva en pérdidas cinco trimestres consecutivos, sigue padeciendo las consecuencias de un fallido proyecto de desarrollar un motor de 13 litros capaz de cumplir las normas EPA 2010 sobre reducción de emisiones contaminantes (equivalentes a la Euro 6) sólo con el sistema de recirculación de los gases del escape (EGR) sin hacer uso del aditivo AdBlue.
En julio de 2012, Navistar se rindió a la evidencia y anunció que abandonaba el proyecto, tirando a la papelera casi una década de esfuerzos y más de 700 millones de dólares. Pero este fracaso sigue pasando factura a Navistar International, y Troy Clark, actual presidente ejecutivo de la compañía, ha admitido que los costes de las reparaciones en garantía de los motores Maxx- Force de 13 litros puestos en el mercado pagando por cada uno de ellos una multa de 2.000 dólares, por no cumplir la normativa EPA 2010, siguen machacando las cuentas. Además, Navistar se ha visto perjudicada por los recortes presupuestarios del Ministerio de Defensa de EEUU, para el que la compañía venía fabricando tradicionalmente una gran cantidad de vehículos.
Clark reconoció en la presentación de resultados que los ingresos habían caído en todos sus segmentos de actividad en el último trimestre de su ejercicio fiscal. Y eso que la compañía ha modificado dichos segmentos, una medida que suele tomarse para presentar a los accionistas una mejor perspectiva, aunque desde Navistar se alegue que el cambio pretende reflejar “un enfoque renovado sobre los mercados más importantes de la compañía”. Los costes estructurales de Navistar se redujeron en 94 millones de dólares durante el último ejercicio respecto al precedente y la compañía ahorró 330 millones de dólares respecto a éste. Navistar pretende recortar otros 175 millones de dólares en el año fiscal que ahora acaba de comenzar.
En septiembre, la compañía anunció que pretendía reducir los costes a razón de 50 ó 60 millones de dólares por año fiscal a partir del presente ejercicio. A consecuencia de ese programa de recortes, Navistar pensaba despedir a unos 500 trabajadores de planta. Para resolver el problema del motor de 13 litros, Navistar tuvo que recurrir a Cummins como proveedor de motores mientras introducía en su propio motor los cambios necesarios para acoplar al mismo la tecnología SCR (AdBlue), algo que logró hace poco más de un año, aunque la Agencia Federal para el Medio Ambiente no homologó la conformidad del nuevo motor de 13 litros con AdBlue de Navistar hasta la primavera de 2013. A consecuencia del proceso de transición, Navistar se vió obligada a mantener la opción del motor Cummins para sus vehículos, lo que le supone una no despreciable merma en la producción de sus propios motores, una de sus principales fuentes de ingresos.