Piëch, presidente de la primera y del consejo de supervisión de la segunda, no descarta la operación una vez que la de Wolfsburg termine la integración de Porsche.
Hace algunos años, al hilo de la entrada de Volkswagen en Scania, Klaus Schubert, entonces al frente de MAN, comentó que Ferdinand Piëch, a la sazón presidente ejecutivo de la compañía deWolfsburg, era un coleccionista. Puede que Schubert estuviera en lo cierto pues, tras hacerse con Scania, Piëch ha puesto sus ojos en MAN
Muchos son los rumores que corren por los pasillos de cualquier salón de la industria del motor, con demasiada frecuencia sin fundamento alguno, forzados más de lo debido por los propios informadores que lanzan preguntas cuyo planteamiento incluye ya la correspondiente respuesta que suele ser admitida por el preguntado para quitarse de encima al periodista pues detenerse a explicarle con detalle por qué lo que plantea no puede ser cierto le originaría muchos más trastornos.
En un número menor de casos la cuestión debatida tiene su fundamento y puede que éste sea el de la noticia dada por nuestro colega ‘Financial Times’, cuyo corresponsal en Francfort, Daniel Scháffer, aseguraba que, en los pasillos del recinto ferial de esta ciudad alemana, un ejecutivo de Volkswagen (VW) que no quería identificarse aseguraba que esta compañía se iba a plantear la absorción de MAN para convertirla en una división del grupo VW y que el asunto empezaría a ser estudiado una vez que se completara el proceso de absorción de Porsche.
Como se sabe, VW controla dos terceras partes de Scania y un 29,9 por ciento del grupo MAN. A finales del año pasado, se supo que VW le había vendido a MAN sus intereses en el campo de la fabricación de vehículos industriales en Brasil, una operación que más tarde se pondría en evidencia que había venido forzada por la necesidad de salvar los resultados financieros de VW en el ejercicio 2008, en el que se anotó la transacción, con un apunte contable de 1.175 millones de euros en el haber de VW y su correspondiente en el debe de MAN Poco antes de que la posibilidad de integración de MAN en VW saliera a la luz en el Salón del Automóvil de Francfort, el propio Ferdinand Piëch, presidente de los consejos de supervisión de MAN y de Scania y presidente de la propia VW, había declarado que esta última podría incorporar un par de marcas más en fechas no muy lejanas una vez concluida la absorción de Porsche.
Y eso fue en gran medida lo que dio pie a la especulación de que MAN fuese absorbida por VW. Sin embargo, el argumento dado por Piëch para justificar esas adquisiciones, diciendo que era mucho más fácil recordar 12 marcas que 10, que son las que ahora hay en el grupo de Wolfsburg, denota que el asunto está aún muy inmaduro y que muy probablemente no pase de ser una posibilidad planteada de pasada en alguna reunión de los directivos de VW. Desde luego, de llevarse a cabo esa integración, supondría un golpe para Hakan Samuelsson, el actual presidente del grupo MAN, que protagonizó hace tres años una OPA hostil del fabricante bávaro de camiones sobre su competidor Scania, y que aspiraba a mantener la independencia de MAN.
El hecho de que Piëch moviera rápidamente sus peones adquiriendo un paquete mayoritario en MAN para frenar aquella OPA es indudable que debió tensar las relaciones entre Samuelsson y Piëch. Este último lanzó una puya a Samuelsson en este último salón de Francfort, al declarar a los medios que no estaba satisfecho con la velocidad a que se estaba desarrollando la integración de MAN Latinoamérica y que estaba seguro de que iba a acelerarse rápidamente. Pero la integración de MAN en VW no parece nada fácil, sobre todo a la vista de los problemas financieros y de todo tipo que ha planteado y sigue planteando la absorción de Porsche por VW y que han requerido incluso la entrada de capital árabe en Porsche.
La fuerza de Samuelsson está en que, con su gestión de estos últimos años, ha conseguido que MAN sea un grupo muy caro de comprar, habiéndose duplicado el precio de sus acciones durante los últimos nueve meses. Para VW supondría un coste muy alto aumentar su participación en MAN hasta controlar la totalidad de ésta y si a finales de año consiguió salvar la valoración de sus emisiones de deuda gracias a la comentada operación de venta a MAN de la actividad de producción de vehículos industriales de VW en Brasil, los resultados financieros de VW en el presente ejercicio van a necesitar un milagro contable de gran envergadura para que aquella valoración de su deuda no se resienta.