Distintos actores de la cadena logística han aportado en la Barcelona New Economy Week (BNEW) su visión para una recuperación más allá de la COVID-19.
La segunda jornada de la Barcelona New Economy Week (BNEW) ha analizado en uno de sus encuentros sectoriales ‘las perspectivas del mercado del transporte y logístico mediterráneo y europeo en medio de la crisis de la COVID-19′. El encuentro ha sido moderado por Anna Escoda, responsable de Proyectos Europeos de la Asociación de Cámaras de Comercio del Mediterráneo, ASCAME.
El primer panelista fue Josep María Cruset, presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona, que señaló que hemos pasado de unos tiempos líquidos a “una situación vaporosa y con riesgos de un impacto desconocido. Las organizaciones pueden no hacer nada o anticiparse y posicionarse”. Para Cruset se debe salir de la zona de confort y aprovechar las “ventanas de oportunidad” que en el caso concreto del puerto de Tarragona las cifra en “una oferta de suelo logístico a precio razonable y bien comunicado por carretera y tren y capacidades de ofrecer terreno para centros logísticos de hasta 170.000 metros cuadrados”. Además, el presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona ha recordado las importantes mejoras tecnológicas realizadas en el puerto y la “construcción de una Terminal Intermodal en el centro de España, en Guadalajara, que tiene acceso directo al puerto”.
Por su parte, Rachid Houari, director del Puerto de Tánger-Med, destacó el “crecimiento sostenido que ha tenido el puerto en los últimos años gracias a las inversiones realizadas, lo que ha llevado a alcanzar una cifra de 17 millones de toneladas manejadas y la contratación de 7.000 personas”. La mejora de las instalaciones para mantener la confianza en el mercado se han centrado en “mantener unos procesos de control y etiquetado lo más breves posibles y los almacenes tan cerca de los barcos como los tenemos ahora”, destacó Houari. De esta forma, se podrá “mantener la mejor posición dentro del Estrecho, que es en sí una zona estratégica”, explicó.
También participó Karim Palmieri, representante de Fieldstone Private Capital Group, un grupo de inversión de capital especialmente centrado en el negocio logístico. Para su compañía, “el interés está en ser parte de la cadena de suministro en regiones concretas” y el área de Marruecos y España les permite realizar integraciones de tipo vertical, “tanto en las áreas de la agricultura como en la tecnológica, porque ese movimiento en este eje geográfico parece interesante”. Según Karim Palmieri, las “inversiones realizadas buscan también las transferencias tecnológicas no entre mercados emergentes, sino entre áreas del mercado diferentes, por ejemplo, en términos de automatización o de los procesos logísticos”. Por esta razón, Palmieri señaló que los inversores logísticos no buscan “retornos en el corto plazo, sino en el medio y el largo plazo”.
Por último, Ahmed Darwish, antiguo director de la Autoridad del Canal de Suez y consejero de la Zona Económica del Canal de Suez, destacó que “las nuevas tecnologías tendrán efecto en la mejora de la industria logística en el futuro inmediato tanto en el Mediterráneo como en otras partes” y las exigencias medioambientales “también se verán beneficiadas”. Sin embargo, para Darwish, el mediterráneo tiene una situación especial “porque hay que ver cómo evoluciona en lo político y en lo económico, qué va a pasar en Líbano, Siria, Libia y en general el Este del Mediterráneo”
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