El sector del transporte y la logística, con un tamaño próximo a los 61.700 millones de euros en España, apunta a un crecimiento de las ventas del 12% en el difícil 2022, marcado por la guerra en Ucrania, según el primer avance de los Libros Blancos que elabora todos los años Transporte XXI
El sector del transporte y la logística sigue gozando de buena salud en España. Los datos del primer avance de la próxima edición de los Libros Blancos de Transporte XXI, un completo estudio económico-financiero de las empresas de esta potente industria, no dejan lugar a dudas. En el difícil 2022, marcado por la invasión de Rusia a Ucrania, que disparó los costes energéticos en un escenario inflacionista, la facturación del sector apunta a un crecimiento de doble dígito. En concreto, un 12 por ciento, que se suma al 16 por ciento registrado un año antes. Es decir, casi el doble que el avance del PIB español en el periodo analizado, que rondó el 5,8 por ciento.
Es la proyección realizada por este periódico a partir de las cuentas de dicho ejercicio recabadas en los registros mercantiles correspondientes, que al cierre de esta edición representaban el 78 por ciento de las empresas con actividad del total de la muestra y el 77 por ciento de los ingresos de 2021. Las cifras definitivas podrían bailar ligeramente, pero sí se puede avanzar que 2022 fue un buen año, pese a la complicada coyuntura, que incluyó un paro de transportistas entre mediados de marzo y principios de abril.
Las ventas agregadas del sector, con todos los modos y especialidades en positivo, van camino de situarse en el entorno de los 61.700 millones de euros, unos 12.000 millones más que en los registros prepandemia (+25 por ciento), marcando un nuevo máximo histórico.
Los datos definitivos se plasmarán en los Libros Blancos de Transporte XXI, que estarán a disposición de los lectores a partir de abril. Estos informes analizan de forma detallada la realidad económica y financiera de todos los modos y especialidades de las empresas del sector. La última edición publicada se puede descargar pinchando en este enlace.
La carretera manda
El avance de 2022 refleja, un año más, que el transporte por carretera continúa siendo el rey. Se lleva casi la mitad del pastel, con una cuota de mercado del 41 por ciento. El avance elaborado por este periódico apunta a un incremento de las ventas del 15 por ciento con respecto a 2021, muy por encima del aumento de la actividad en ese mismo año, con solo un avance del 1,3 por ciento en las toneladas transportadas por carretera. La progresión de las ventas con respecto a 2019 se eleva hasta el 17 por ciento. Con todo, la industria se muestra cauta. El vicepresidente ejecutivo de Astic, Ramón Valdivia, cree que “la situación no pinta tan bien como podría augurar el incremento de facturación”, tras recordar el fuerte aumento de los costes y las ayudas recibidas por el sector en forma de céntimos por litro consumido. Una situación que se prolongó en 2023. De cara a 2024, la patronal prevé un año marcado por la ralentización del crecimiento del transporte por carretera, el continuo aumento de sus costes y la consolidación de movimientos corporativos en el campo de fusiones y compras. “Más que planificación, lo que hace falta ahora mismo es ser muy flexible y veloz en la implementación de las decisiones que cada coyuntura nos vaya aconsejando tomar”, apuntó Valdivia a este periódico.
El año 2022 también ha sido bueno para el sector transitario, segunda especialidad por volumen de ingresos, con un peso del 21 por ciento. La progresión del negocio apunta a un crecimiento del 13 por ciento, superando en un 66 por ciento los registros prepandemia. Un avance que responde en gran medida a los fletes de transporte marítimo, que aún seguían elevados en dicho ejercicio, según reconoció el presidente de Feteia, Enric Ticó. Además, añadió, “las estadísticas de comercio exterior se mantuvieron en una línea de crecimiento, lo que nos permitió tener un año favorable”. Eso sí, el presidente de la federación de transitarios advirtió que “a finales de 2022 vimos ya ciertas muestras de debilitamiento en la demanda, que se acrecentó a finales de 2023, que resultó mucho más difícil”. En este sentido, lamentó que “todos los indicadores muestran que esta será la situación que tocará vivir durante 2024, con nuevas caídas en el comercio internacional”.
El sector marítimo y portuario, que siguió notando la recuperación del tráfico en los puertos españoles, un 3,2 por ciento más que en 2021, tampoco se baja de la ola buena. Las empresas de esta industria, que incluye navieras, consignatarias, terminalistas, remolcadores y amarradores, apuntan a un incremento de las ventas en 2022 del 13 por ciento, superando, igualmente, los registros prepandemia (+16 por ciento). Eso sí, las aguas bajan revueltas.
El ETS, en el punto de mira
“Los movimientos del sistema portuario español siguen acusando las tensiones internacionales y, en este inicio de año, el temor al impacto del ETS es, además, uno de los aspectos que más nos preocupa”, señaló José Luis Romero, secretario general de Anesco. De hecho, la patronal de la estiba confirma que “vamos a estar muy pendientes de la evolución de los tráficos para valorar el alcance y las consecuencias de esta normativa ante la posible pérdida de competitividad de algunos de los puertos españoles más importantes del Mediterráneo”.
También fue un año bueno para los operadores logísticos, que apuntan a un incremento de las ventas del 10 por ciento en 2022, un 23 por ciento más que en 2019. “No solo aumentaron su facturación, sino que también superaron las expectativas de ventas a pesar de los distintos problemas a los que tuvieron que hacer frente”, señaló Francisco Aranda, presidente de UNO, en clara alusión al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, los elevados costes energéticos y la espiral inflacionista. Aranda recordó que “aunque afrontamos con éxito esta coyuntura desfavorable, sí que es cierto que detectamos un frenazo en el consumo y un estancamiento en la actividad, con unas operaciones vinculadas al Black Friday y la Navidad muy parecidas a las del año anterior”. De hecho, el sector express es la especialidad que menos creció en 2022, un 3 por ciento, según la proyección de Transporte XXI. De cara a 2024, el presidente de UNO cree que “será el año en el que la falta de ahorro de los hogares, las consecuencias de la subida de los tipos de interés y el aumento del desempleo harán mella en la economía y veremos una contracción del consumo”. Aranda reconoció que “es pronto para efectuar pronósticos”, pero advirtió que “mucho tendría que mejorar la situación económica para que los consumidores y las empresas no empiecen a recortar el gasto y las inversiones”. En este sentido, destacó que “se va a producir un importante recorte en el crecimiento del PIB desde el 2,4 por ciento de 2023 al 1,5 por ciento de este año”.
El ferrocarril, gran protagonista de la agenda política del nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, fue la especialidad que más progresó en 2022. Las empresas de este negocio, con una escuálida cuota del 1,8 por ciento, apuntan a un crecimiento de las ventas del 23 por ciento. Por último, las estimaciones para el transporte aéreo, también con una cuota residual del 1,2 por ciento, sitúan su crecimiento en el 13 por ciento en 2022.
Más información en la última edición en papel de Transporte XXI.