Klaus-Michael Kuehne, presidente del grupo Kuehne+Nagel (K+N), ha reclamado en público al grupo alemán TUI que venda su participación en la naviera Hapag-Lloyd, con el fin de salvar a la compañía naviera. En declaraciones a la prensa económica alemana, Kuehne señaló que “seguramente hay inversores privados que quieran comprar una participación en una empresa que aún es saludable”, lo que fue interpretado como una invitación a los fondos privados de inversión para que pujen por el 43 por ciento de las acciones que posee el grupo TUI.
Si así fuera, el patrón de K+N estaría dispuesto a incrementar su inversión en Hapag-Lloyd (Kuehne es el líder del consorcio privado Albert Ballin, que posee el 40 por ciento de la naviera alemana). Kuehne entró en el capital de Hapag-Lloyd el año pasado como parte del plan de rescate de la que es la primera naviera de Alemania y una de las más grandes del mundo, y con el objetivo de adquirir al grupo TUI el 100 por ciento de las acciones.
Sin embargo, el derrumbe del transporte marítimo de contenedores devaluó la cotización de Hapag-Lloyd, lo que obligó a TUI a conservar una participación mayoritaria en la naviera. El nuevo acuerdo de salvamento del armador implica que TUI no puede vender su parte hasta 2012 (esta fue la condición del ejecutivo germano para inyectar diner público en Hapag en noviembre de 2009). Sin embargo, la prensa alemana especula con la idea de que el grupo turístico llegará a un acuerdo con los inversores para vender a un precio acordado durante 2012.
Kuehne ha declarado que “con la recuperación de las tarifas de transporte se puede decir que lo peor ha pasado”, y añadió que la naviera debería seguir buscando alianzas y acuerdos de fusión para participar en el inevitable proceso de concentración del sector del transporte marítimo de contenedores. Hapag- Lloyd ha sufrido fuertes pérdidas a raíz de la crisis, y ha recibido grandes inyecciones de capital por parte del Gobierno alemán sin las cuales hoy no exisistiría.