El puerto de Valencia propondrá crear un consorcio que invierta 319 millones para que la vía por Cuenca sea su gran corredor ferroviario del futuro al ser más corto y eficiente.
Mientras el ADIF defiende sólo la vía por Albacete como único corredor de mercancías de Valencia a Madrid, los gobiernos de Madrid y Valencia quieren que se impulse el corredor por Cuenca. El puerto de Valencia propondrá crear un consorcio público-privado que asuma los 319 millones de euros necesarios para financiar las obras
El ADIF defiende la vía por Albacete como el único corredor de mercancías posible entre Valencia y Madrid. Con la puesta en marcha a finales de 2010 de los trenes AVE por el nuevo corredor de ancho internacional Madrid-Valencia, el trasvase de surcos de trenes de viajeros desde la línea convencional de Albacete supone una gran oportunidad para los tráficos de mercancías por ancho ibérico.
Sin embargo, desde los gobiernos autonómicos de Madrid y Valencia, así como desde el empresariado, se observa que el corredor por Albacete va a quedar congestionado en pocos años, dada su doble dedicación para pasajeros y mercancías, por lo que es necesario abrir un nuevo corredor Valencia-Madrid, con el acondicionamiento y mejora de la vía de Cuenca. La inversión necesaria para poner en valor este corredor ha sido valorada por la Cámara de Comercio de Valencia en 319 millones de euros. El corredor permitiría descongestionar la línea por Albacete, al tiempo que se ahorran 200 kilómetros por circulación al ser un eje más corto entre ambas capitales. Según el estudio realizado por la Cámara de Valencia, y que el ADIF no ha valorado, la actual línea entre Madrid, Cuenca y Valencia, con 355 kilómetros, es de vía única, está muy deteriorada y sin electrificar.
La línea necesitaría una renovación total de 311 kilómetros en los tramos Aranjuez-Cuenca, Cuenca-Utiel y Utiel-Buñol, mientras que en el tramo Buñol-Valencia habría sólo que ampliar su capacidad. Según el informe, “el estado actual de la vía no permite su explotación para el transporte de mercancías”, aunque matiza que “la plataforma sería aprovechable con mejoras en las curvas y la sustitución de los puentes metálicos”. La inversión planteada no incluye la electrificación de la vía, con lo que los trenes que tendrían que operan serían de tracción diésel.
Con la renovación y modernización de la línea Valencia-Madrid por Cuenca se generaría una capacidad de carga diaria de entre 30.000 y 66.000 toneladas. Los trenes podrían mantener una velocidad media de 70 kilómetros a la hora y el trayecto se completaría en un máximo de cinco horas. El tiempo de tránsito actual en la línea Valencia-Madrid por Albacete es de siete horas. La puesta en marcha de este corredor ferroviario directo por Cuenca ha despertado un elevado interés entre empresas de Madrid y Valencia, ya que tendría un coste muy asumible para un operador interesado con un retorno atractivo de la inversión, ya que el coste por kilómetro sería de 0,9 millones de euros por los casi 16 millones que ha costado un kilómetro del AVE Madrid- Valencia.
Fuentes solventes señalan que de explotarse como una autopista de peaje, el retorno de la inversión, con una explotación adecuada de trenes de mercancías, estaría en el entorno de los 30 años. Locomotora del corredor De hecho, el puerto de Valencia está estudiando proponer la creación de un consorcio público-privado que capitalice la inversión necesaria para poner en marcha este segundo corredor ferroviario con Madrid.
En opinión de su presidente, Rafael Aznar, “debemos volver a poner encima de la mesa el proyecto de la vía por Cuenca, que es más directo y más eficiente”, matizando que “si vamos a multiplicar por cinco la frecuencia de los trenes con Madrid, la línea de Albacete se quedará pequeña, por lo que tenemos que hacer un plan de viabilidad para poner en el mercado la línea de Cuenca y buscar los inversionistas que la hagan posible”. El puerto de Valencia quiere ser la locomotora que abandere este proyecto.
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