El adjudicatario, que empezará gestionando la terminal de Abroñigal desde octubre, irá completando de forma gradual el traslado al nuevo nodo hasta culminarlo en el cuarto trimestre de 2025.
Adif pondrá en marcha la licitación de la explotación del futuro nodo logístico ferroviario de Madrid-Vicálvaro a principios de mayo. Así lo anunció el director de Servicios Logísticos de Adif, Luis Vicente Moreno Espí, en el marco de una jornada organizada por el Propeller Madrid. El concurso tiene como objetivo que el explotador del futuro gran nodo logístico ferroviario de Madrid inicie su actividad en el mes de octubre.
El adjudicatario arrancará con la gestión de la terminal de Madrid-Abroñigal e irá completando el traslado gradualmente a Vicálvaro hasta completarlo en el cuarto trimestre de 2025, según avanzó Moreno Espí. “No vamos a cerrar Abroñigal y al día siguiente abrir Vicálvaro, sino que habrá un período de transición hasta que en el cuarto trimestre de 2025 toda la actividad se desarrolle exclusivamente en Vicálvaro”, matizó.
El plazo de adjudicación se fijará en un período de 20 años, si bien será prorrogable en función de las inversiones que vaya acometiendo el explotador, lo que lo podrá alargar la adjudicación hasta otros 20 años más, según explicó el director de Servicios Logísticos de Adif a este periódico. La sociedad explotadora se encargará de proporcionar los servicios de maniobras, manipulación y seguimiento de UTIs, además de otros servicios de valor añadido vinculados a esta actividad.
La explotación inicial de Abroñigal para su trasvase gradual a Vicálvaro coincidirá con el final del contrato de concesión de UTE TILO Madrid Abroñigal. En verano de 2020 Adif rubricó una prórroga por cuatro años más con los explotadores de la terminal madrileña. Esta prórroga supuso la ampliación de la concesión hasta el límite máximo de diez años previsto en la adjudicación inicial del contrato en 2014.
Al margen de la explotación, Adif también está trabajando en el diseño de la sociedad promotora del nodo logístico de Vicálvaro. Según adelantó Moreno, se tratará de la sociedad mercantil Puerto Seco de Madrid, propietaria del puerto seco de Coslada, en la que el Adif tomó a finales de 2022 la participación del 13,08 por ciento que ostentaba la Entidad Pública de Suelos SEPES.
Moreno anticipó que la idea es que tanto Adif como Puertos del Estado, que cuenta con una participación del 10,2 por ciento, asuman el papel de accionistas mayoritarios en esta sociedad promotora. Para ello, Adif y Puertos del Estado incrementarán su participación actual vía ampliación de capital, mientras que la del resto de socios se diluirá. El resto de accionistas de la citada sociedad son los puertos de Algeciras, Barcelona, Bilbao y Valencia, con un 10,2 por ciento cada uno, el ayuntamiento de Coslada (10,92 por ciento) y la Comunidad de Madrid (25 por ciento). Todo apunta a que la Comunidad de Madrid acabará vendiendo su participación a los socios mayoritarios y saldrá de la sociedad.
Plazos
Moreno Espí recordó que las obras de la fase 1 del proyecto de nodo logístico de Vicálvaro estarán finalizadas en el cuarto trimestre de 2025. Esta fase, que representará una inversión de 141,31 millones de euros pondrá en marcha, entre otras actuaciones, la primera terminal del nodo, la denominada terminal oeste, así como la instalación técnica sur. Por su parte, la segunda terminal verá la luz en la fase 2, mientras que en la fase 3 se pondrá en marcha la instalación técnica norte, así como las áreas logísticas. El proyecto total, que contará con más de 100 hectáreas, representará una inversión por encima de los 341 millones de euros.
El nuevo nodo de Vicálvaro “tiene dimensión de gran hub estratégico tanto nacional como internacional”, señaló Moreno Espí. Vicálvaro formará parte de la red de nodos estratégicos del Adif, “que concentran entre el 80 y el 90 por ciento de todo el volumen del sistema ferroviario español”. Además de la situación del proyecto de Vicálvaro, Moreno avanzó que el nodo de Valencia estará terminado a finales de 2024, el de La Llagosta en Barcelona estará listo para mediados de 2025, el de Vitoria a finales de 2024 y el de Valladolid a mediados de 2025.
Dentro de esa red de nodos, Zaragoza es el más moderno, por lo que solo está a expensas de una posible ampliación si todas las autopistas ferroviarias en proyecto empiezan a funcionar. Por su parte, Sevilla es el nodo que va más retrasado, al encontrarse todavía en fase de gestión de los proyectos de construcción.
En la jornada organizada por Propeller Madrid también hubo espacio para una mesa de debate en torno a presente y futuro del transporte de mercancías por ferrocarril. Mario Buñuel, director general de Continental Rail, incidió en que a las empresas ferroviarias les espera “una travesía en el desierto a corto plazo”, como consecuencia de las obras de adaptación de distintas líneas ferroviarias. “El ferrocarril de mercancías va a perder volumen, tráfico y clientes en los próximos dos o tres años”, alertó. Por eso reclamó la necesidad de impulsar “el Sistema de Ayudas por Perturbaciones Extraordinarias de Tráfico (Sapet) o un ecoincentivo reforzado para poder atravesar estos años”.
Buñuel también demandó el desarrollo de una agencia europea y estatal de transporte terrestre “que sea capaz de regular la actividad de transporte por carretera y ferrocarril con una visión de integrar ambos modos”, y que permita “equilibrar una balanza actualmente desequilibrada”.
Ecoincentivos
Por su parte, Ignacio Ballester, director de Medlog Spain Logistic, apostó por extender los ecoincentivos más allá de las empresas ferroviarias. “La clave es la confianza del usuario en que el ferrocarril va a funcionar, puesto que la visión del usuario es lo que tiene que predominar”, afirmó Ballester.
A su vez, Idoia Galindo, CEO de Transfesa Logistics, recalcó la capacidad de crecimiento “enorme” que tiene el ferrocarril de mercancías. Para potenciarlo, Galindo señaló la necesidad de “equiparar las reglas del juego en el transporte terrestre”, así como “facilitar el cambio modal a los cargadores” vía ecoincentivo a la demanda, compensaciones por cortes de línea que impliquen sobrecostes y reducir los costes de fricción. “Es necesario compensar a los cargadores por las externalidades que ahorren a la sociedad”, matizó Galindo.
El director general de Marcotran, David Raposo, puso sobre la mesa la experiencia de su compañía, que gestiona un tren dos veces por semana entre Algeciras y Zaragoza con carga directamente transferida del camión. Para Raposo, “tenemos la oportunidad de pasar de ser un país periférico a convertirnos en un país clave para la mercancía procedente del norte de África, que está creciendo exponencialmente”.
En la jornada también intervinieron el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena; la presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia y vicepresidenta primera de Propeller Madrid, Mar Chao; así como el presidente de Propeller Madrid, Julio Menor.
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