Según los cálculos de BCL, el promotor de la iniciativa, el coste oscilaría entre los 30 y los 35 millones de euros, mientras que la entidad pública lo evalúa en bastantes más.
El Adif ha rechazado la propuesta del lobby BCL de adaptar la línea ferroviaria en ancho ibérico entre Madrid, Zaragoza y Barcelona a la circulación de trenes de hasta 750 metros de longitud, frente a los 500 actuales. El “no” de la entidad pública empresarial del Ministerio de Fomento se debe exclusivamente a problemas de tesorería
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha rechazado ejecutar el proyecto presentado por el lobby BCL (Barcelona-Catalunya Centre Logístic) para adaptar la línea ferroviaria en ancho ibérico entre Madrid, Zaragoza y Barcelona para la circulación de trenes de hasta 750 metros. Se trata del principal corredor interior de tráfico peninsular terrestre que enlaza tres polos logísticos de primer nivel y España con Europa. Corredor por el que pueden pasar convoyes de hasta 500 metros y excepcionalmente de 570 metros, según la declaración de red del Adif. Aunque, lo más habitual es que tengan menos longitud, dependiendo de factores como la franja horaria o el tipo de carga.
El “no” de la entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Fomento se debe exclusivamente a problemas de tesorería. Considera la iniciativa interesante y necesaria, según fuentes conocedoras del caso. La propuesta de BCL es aprovechar las terminales que ya cuentan con vías de 750 metros y ampliar a esta longitud las estaciones más pequeñas existentes en el corredor.
Se tendría que intervenir en 12 estaciones para adaptar o prolongar las vías que hay en la línea hasta Barcelona. Desde este punto, una actuación más sería necesaria en el corredor en ancho ibérico hasta la frontera. No haría falta en la línea en ancho internacional, que permite los 750 metros, aunque no pueden pasar trenes de más de 500 metros por las limitaciones establecidas por el Adif. La adaptación del corredor a los 750 metros tendría un coste de entre 30 y 35 millones de euros, de acuerdo con los números hechos por BCL. Y este es el problema, que estas cuentas no coinciden con las realizadas por técnicos del Adif.
Consideran plenamente viable el proyecto, sin embargo, lo evalúan en bastantes más millones, pasando del centenar, lo que es inasumible para la caja de la entidad publica. La poca longitud de los convoyes para competir con el camión es uno de los principales lastres para el desarrollo del ferrocarril en España y, por lo que parece, lo continuará siendo para el principal corredor interior de tráfico peninsular.
BCL defiende que la circulación de trenes de 750 metros por este eje debe ser un objetivo prioritario para impulsar el tren y que no siga perdiendo cuota en España. Eso sí, para llenar trenes de 750 metros y que tengan una frecuencia que pueda competir con el camión, es decir, diaria, se necesitan importantes volúmenes de mercancía. Y ello es posible integrando carga terrestre y marítima: subiendo al mismo tren el contenedor marítimo, el semirremolque y la caja móvil, que es otra de las prioridades de la agenda ferroviaria del lobby.