Saca a concurso la gestión a riesgo y ventura de las instalaciones, a la par que congela los planes para implantar la autoprestación en los centros de Santa Catalina y Vicálvaro.
Adif se decanta por privatizar la explotación de la terminal de contenedores de Madrid-Abroñigal, la primera de España en tráficos. La pública saca a concurso la gestión a riesgo y ventura de las instalaciones, a la par que decide congelar los planes para implantar la autoprestación en los centros logísticos de Santa Catalina y Vicálvaro
Adif se ha decantado por privatizar la gestión de la principal terminal ferroviaria de España en tráfico de contenedores, siguiendo el ejemplo de lo realizado antes con terminales como las de Morrot, Portbou o Zaragoza- Plaza, entre otras. Como adelantó este periódico en su edición del pasado uno de mayo, la pública estudiaba sacar a concurso la gestión y comercialización a riesgo y ventura de los servicios de manipulación de UTIs de su centro logístico de Madrid-Abroñigal, lo que finalmente se ha confirmado. Adif, que siempre ha mantenido en sus manos la comercialización de estos servicios, sí que había optado desde hace unos años por subcontratar la operativa a un tercero.
La adjudicación del concurso coincidirá con la finalización del contrato con Ferrovial Servicios (Ferroser), que tomó hace un año el relevo en estas lides de la quebrada Joirsa Obras y Servicios. Adif privatizará la explotación de Abroñigal por un período de cuatro años, con posibilidad de prórrogas anuales hasta un máximo de dos años. El importe mínimo de la oferta para 48 meses es de 1,89 millones de euros, IVA no incluido.
El plazo límite para presentar ofertas finaliza el próximo 19 de septiembre y la pública tiene previsto adjudicar la concesión atendiendo a un solo criterio: la mejor oferta económica. Para llegar a este punto, Adif ha tenido que capear una convocatoria de huelga planteada a finales del pasado mes de junio en contra del cambio de modelo de explotación de Abroñigal y que finalmente se desconvocó tras la apertura de una mesa de diálogo entre la pública y la representación sindical.
Fruto de esas conversaciones, Adif ha decidido congelar la implantación de la autoprestación en las terminales de Santa Catalina y Vicálvaro, según fuentes sindicales, pero mantiene firme su propósito de cambiar el modelo de gestión en Abroñigal. No obstante, Adif no incluirá la subrogación de trabajadores en el proceso de licitación de la explotación, una de las principales preocupaciones de la plantilla.
Se prevé que sean en torno a una decena los trabajadores de Adif del centro que pasen a desempeñar labores para el nuevo concesionario, aunque se mantendrán en la plantilla de la pública. Del resto de trabajadores adscritos al centro, que rozan el medio centenar, una parte seguirá realizando labores en Abroñigal en las instalaciones no asignadas dentro del concurso, mientras que el resto serán trasladados a otros centros del Adif en Madrid, según reconocen las mismas fuentes. Por otro lado, Eulen Servicios Especiales seguirá realizando hasta 2016 la operativa de maniobras tanto en Abroñigal como en Vicálvaro, tras adjudicarse hace dos años este concurso por 5,19 millones de euros.