La propuesta de crear un único punto de control en el lado aire de Barajas para reducir los costes de las privadas en seguridad no es viable, al dar lugar a un cuello de botella.
Aena estudia una reforma normativa que permitiría que personal propio y de los operadores privados pueda asumir labores de vigilancia de la carga aérea. La propuesta de crear un único punto de control en el lado aire de Barajas para reducir los costes de las privadas en seguridad no es viable, puesto que provocaría un cuello de botella.
Aena está estudiando plantear al Ministerio de Interior una reforma de la normativa vigente para facilitar que su propio personal y el de los operadores de primera línea de los aeropuertos (compañías aéreas, couriers y empresas de handling) puedan realizar labores de vigilancia y control de la carga aérea, según ha podido conocer este periódico de fuentes solventes. La normativa a modificar sería la Ley de Seguridad Privada, que es la que actualmente impide que se realicen estas funciones a personal distinto del de las empresas de seguridad privadas.
Esta decisión se ha puesto sobre la mesa como consecuencia de los elevados costes que en materia de seguridad asumen las compañías que operan en los aeropuertos españoles en comparación con lo que sucede con otros países del entorno europeo, ya que “para casi todo se necesita un vigilante privado”, señalan las mencionadas fuentes. De llevarse definitivamente a efecto, la medida supondría que las empresas ubicadas en la primera línea del centro de carga aérea del aeropuerto de Barajas podrían destinar personal propio a realizar labores de control de los equipos de rayos X, así como de entrada y salida de mercancías de sus instalaciones.
Esto vendría a paliar en parte el coste que llevan soportando estas compañías desde hace más de tres años en materia de seguridad, después de que se viesen obligadas a asumir inicialmente de forma provisional unos costes y una responsabilidad que finalmente se ha convertido en permanente. Precisamente, en este aspecto y después de muchos intentos por parte de las empresas privadas, Aena decidió ofrecer una alternativa que resultase menos onerosa para las arcas de los operadores privados.
Este proyecto, puesto sobre la mesa después de diversas reuniones entre representantes de Aena, del aeropuerto, agentes de handling, couriers y compañías aéreas, planteaba un vallado perimetral por el lado aire del centro de carga aérea de Barajas, de manera que el acceso se concretase sólo por una posición vigilada o puesto de control, cuyos costes se soportarían entre todos, también con la ayuda de la Administración. Sin embargo, esta posible solución ha quedado finalmente en el limbo puesto que choca con la realidad de que un solo acceso desde el lado aire daría lugar a “un cuello de botella inasumible”, señalan fuentes del sector.
Reducción del número de agentes acreditados
La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), dependiente del Ministerio de Fomento, mantuvo recientemente una reunión con representantes de compañías aéreas, couriers, empresas de handling, transitarios, operador postal público Correos y alguna empresa cargadora como el grupo Inditex, en la que se presentó el borrador de lo que será el nuevo capítulo 6 del Programa Nacional de Seguridad para la Aviación Civil, que se encarga de regular de manera específica las medidas de protección para los envíos aéreos (carga y correo) contra actos de interferencia ilícita.
La nueva modificación “supone ser más estricto en la renovación de la figura del agente acreditado”, señalan fuentes del sector. Esta renovación se producirá en abril de 2013, previa solicitud en junio de este año. Además, se va a incluir una nueva tasa “con un importe elevado” para los cinco años de la acreditación. Las perspectivas pasan por una reducción a lamitad del número de agentes acreditados, lo que será, sin duda, “más manejable para Aesa”. Con la figura de agente acreditado se pretende que la carga aérea sea segura en todas las fases, incluido el transporte terrestre.