La aerolínea entra en quiebra por “la ilógica bajada de precios de la competencia y el incremento de los costes del carburante”.
La aerolínea especializada en transporte urgente de mercancía Airpack Express (APE Aviation), con sede central en Madrid, decidió suspender todas sus operaciones el pasado 1 de julio. La compañía se encuentra inmersa en un proceso de quiebra económica que ha venido motivado por un “conjunto de circunstancias negativas”, según han confirmado a este periódico fuentes solventes. Airpack Express, según estas fuentes, está padeciendo las consecuencias de “una desmesurada bajada de precios en los últimos meses por parte de la competencia, en lo que se está constituyendo en una práctica fuera de la lógica económica y que bordea el dumping”.
Además del asunto de los precios, las referidas fuentes completan el cuadro sintomático que ha dado lugar a la quiebra con el importante incremento del precio de los carburantes, la legislación cada vez más rígida en el terreno de la carga aérea, así como la crisis económica a nivel general. La decisión de suspender todas las operaciones supone que la compañía tenga ahora sólo una salida efectiva para poder sobrevivir en el mercado y ésta es la venta a un competidor o incluso a algún cliente. En este sentido, el presidente de la compañía y máximo accionista de la misma, Jesús Díez, está manteniendo reuniones contra reloj para buscar un comprador que asuma la gestión de la aerolínea, “que aporte capital y que apueste decididamente por el proyecto de Airpack Express”.
En las próximas semanas se tendrá que tomar una decisión al respecto, puesto que actualmente la plantilla, integrada por más de 80 personas, permanece a la espera de una solución. Es de esperar, por otra parte, que en las próximas horas se produzca la salida de algunos de sus principales directivos. Así, tan solo unos días después de decretarse la suspensión de las operaciones se concretaba la salida del hasta ahora director comercial de la empresa, Rafael de Abbad-Bordíu. De todos modos, las fuentes consultadas por este periódico consideran que el momento actual “no permite ser, ni mucho menos, optimistas en torno al desenlace final de la crisis de Airpack Express”. Según estas mismas fuentes, “si esta situación de quiebra se hubiese producido tan solo dos años atrás, la aerolínea madrileña hubiese encontrado comprador sin ningún tipo de problema, pero ahora esta situación ha cambiado a peor”.
Flota propia La compañía Airpack Express fue fundada en el año 2003. Sus responsables dedicaron los dos primeros años a captar capital, organizar su estructura e invertir en la composición de una flota de aviones propia. La flota inicial, compuesta por siete aviones cargueros modelo Cessna Caravan Cargomaster, supuso una inversión de 12 millones de euros. En el año 2005, Airpack Express inició sus operaciones con la puesta en marcha de sus dos primeras rutas de transporte aéreo urgente a nivel nacional: Madrid-Barcelona-Palma- Ibiza-Mahón y Madrid-Málaga-Melilla, las dos en ambos sentidos. La compañía, según datos oficiales del Registro Mercantil, obtuvo una facturación de 692.891 euros durante su primer año de actividad (2005) y alcanzó los 2.017.070 euros en el siguiente ejercicio, si bien con resultado negativo.
En los últimos meses, Airpack Express había reordenado su estrategia comercial, en un proceso que supuso la asunción de forma directa de la comercialización de las bodegas de sus aviones, algo que anteriormente habían venido realizando a través de GSAs. Esta nueva estrategia se vio reforzada por la reorganización de su estructura directiva, lo que supuso la entrada de un joven equipo directivo encabezado por Óscar Fernández Atares. Airpack cuenta con 80 personas en plantilla, de los que la mitad están dedicados a la actividad de autohandling, que la compañía ha venido realizando en los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Mahón, Ibiza y todos los de Canarias. Sus principales clientes pertenecen al sector courier, prensa y mercancía perecedera.
© 2024, todos los derechos reservados.