Flotistas advierten de un “mercado en dumping” ante la proliferación de microempresas con precios bajos que sacuden la intermediación bajo la férrea influencia del transitario
El acarreo de contenedores en el puerto de Valencia, un negocio anual de más de 300 millones de euros, está lastrado por una proliferación de microempresas con precios bajos que sacuden la intermediación bajo la férrea influencia del transitario. Los transportistas, con una flota de 2.500 camiones, viven al servicio de su majestad, la carga.