Los flujos del Estrecho progresan un 9 por ciento en la dársena andaluza, con 463.353 camiones, mientras los contenedores llenos de import-export avanzan un 7 por ciento, con un movimiento de 450.271 TEUs.
Otro año de buenas sensaciones por el negocio portuario y logístico en Bahía de Algeciras, que logra mantener el tipo, pese a la fuerte competencia en el Estrecho de Gibraltar, con cifras positivas. Así lo avanzó ayer, su presidente, Gerardo Landaluce, que informó a los medios de comunicación de los grandes números del enclave al cierre del ejercicio 2022, así como de las sensaciones de la evolución comercial para 2023.
En 2022, el puerto avanzó un 3 por ciento sobre el tráfico total de 2021 y supera los 108 millones de toneladas, la segunda mejor marca desde 2016. Algeciras lleva siete años logrando superar el techo de los 100 millones de toneladas, si bien aún no ha podido superar el récord de 109,4 millones de toneladas logrado en 2019.
Landaluce indicó que en 2022 “la comunidad portuaria de Algeciras ha estado a la altura de las circunstancias y prueba de ello ha sido haber alcanzado esa segunda cifra récord en la historia del puerto”, si bien explicó que “son datos provisionales pendientes de afinar”.
El presidente del enclave andaluz indicó que el crecimiento del 3 por ciento del puerto es claramente superior al que obtuvieron otras dársenas europeas como Róterdam, Amberes o Hamburgo, donde ha habido descensos de tráficos en 2022, “lo que nos indica que vamos por el buen camino”. Volver a superar los 100 millones de toneladas “nos ofrece estabilidad, confianza en los tráficos y en la captación de nuevos proyectos e inversiones”.
De los principales tráficos, Landaluce destacó la evolución positiva de los graneles. Los líquidos avanzan un 0,84 por ciento, con 28,3 millones de toneladas, mientras los sólidos aumentan un 107 por ciento, con 1,3 millones de toneladas, gracias al crecimiento de los flujos de carbón. Por su parte, la mercancía general se incrementó un 0,57 por ciento, con 71 millones de toneladas, mientras que los tráficos de bunkering se posicionan en registros históricos de 3,8 millones de toneladas, posicionando al enclave como líder de esta actividad en el Mediterráneo.
Los megabuques, “la savia del tráfico”
En cuanto al negocio del contenedor, el puerto ha logrado captar un movimiento de 4.762.808 TEUs en 2022, un 0,76 por ciento menos. Landaluce explicó que “se ha retrocedido en transbordo internacional, se ha crecido en transbordo nacional y en tráfico import-export”, con un flujo de 450.271 TEUs en envases llenos. Landaluce valoró la llegada de 1.014 megabuques (con esloras superiores a los 400 metros) al enclave durante 2022, buques que “son la savia fundamental de lo que es el tráfico en el puerto”.
Por su parte, el puerto andaluz logró un importante crecimiento en los tráficos del Estrecho (Tánger, Ceuta o Gibraltar), con 4,3 millones de pasajeros y con un movimiento total de 463.353 camiones, lo que supone un avance del 8,8 por ciento, mientras que el flujo directo con Tánger-Med creció un 10 por ciento, con 432.205 camiones, “lo que justifica el conjunto de siete iniciativas del Plan Hércules”, señaló Landaluce. Varias de las iniciativas ya se han puesto en servicio “como la segunda fase de la terminal de tráfico pesado”, que ha incrementado en un 50 por ciento la capacidad de aparcamiento para vehículos.
Por su parte, Landaluce se congratuló con el crecimiento del 60 por ciento en el tráfico ferroviario del enclave durante el pasado ejercicio tras haber logrado totalizar un flujo de 57.345 TEUs, “lo que viene a indicar la necesidad imperiosa de acometer las obras de infraestructura y modernización de la línea Algeciras-Madrid”.
Asimismo, valoró la capacidad del puerto para diversificar el tipo de carga transportada con la puesta en marcha de trenes con mercancía en contenedores reefer con el enclave gallego de Marín, así como con la subida al tren de cajas móviles, “el embrión de lo que va a ser la futura Autopista Ferroviaria con Zaragoza, realizando trenes mixtos para optimizar carga marítima y del Estrecho”. Azuqueca y Zaragoza son los principales destinos de los trenes procedentes de Algeciras.
En cuanto a los proyectos de futuro, Landaluce anunció que el puerto entrará en el accionariado de la futura terminal de Vicálvaro e invertirá en la puesta en marcha de una instalación intermodal de apoyo en Guadarranque (San Roque), así como completando sus instalaciones interiores con la nueva terminal ferroportuaria T2, que explotará la compañía Rail Truck, sin olvidar los proyectos de Azuqueca de Henares y Coslada, en Madrid.
Revisión de la inspección
Por su parte, Landaluce salió al paso de la nueva crisis vivida en el Puesto de Inspección Fronteriza del enclave, señalando que “venimos insistiendo en la necesidad de hacer una revisión profunda de lo que es el concepto de inspección en los puertos españoles, y concretamente en el puerto de Algeciras, que concentra el 30 por ciento de las inspecciones en España”.
Matizó que “se trata de tener mayores medios humanos, sobre todo en Sanidad Exterior, pero también es importante apoyar a las plantillas, abogando por “establecer un nuevo trabajo colaborativo entre administraciones” para dotar de fluidez al centro de inspección del enclave.
Entre los objetivos de inversión del puerto está dotarse de un nuevo Centro de Inspección, proyecto que se prevé lanzar durante el presente ejercicio junto a diversas actuaciones puerto-ciudad, la electrificación de muelles y el aumento de espacios destinados a los flujos ro-pax.
2023, año de navegación lenta
Por último, el presidente del enclave andaluz señaló que “2023 va a ser un año de turbulencias, con una situación en China que no está clarificada, aunque tenemos una buena noticia que es el aumento de capacidad de las grúas de TTI-A”, después de que la empresa haya completado el recrecido de cinco de sus ocho unidades destinadas a la operativa de megabuques.
“Va a ser un año con una pequeña desaceleración en los primeros meses, con una tendencia de las navieras al low steaming (navegación lenta), lo que representará una mayor puntualidad de los servicios marítimos y unos fletes más competitivos y estables”, concluyó Landaluce.