El puerto de Alicante no está logrando superar la crisis y continúa, por cuarto año consecutivo, perdiendo nuevos tráficos de mercancías en sus muelles, según se desprende del cierre estadístico de la Autoridad Portuaria, que preside Miguel Campoy.
La dársena alicantina finalizó 2010 con un tráfico de 2,2 millones de toneladas, un 15 por ciento menos de los 2,5 millones con que cerró 2009 y muy lejos de los 3,7 millones de toneladas del récord obtenido en 2006. La gran caída se centra en los tráficos de graneles sólidos, con una reducción de más de 400.000 toneladas.