Allison Transmission, la que fuera división de General Motors (GM), de la que se independizó en 2007, cuando los fondos de capital riesgo Carlyle Group y Onex se la compraron al fabricante de automóviles, ha salido a bolsa, consiguiendo en la operación 600 millones de dólares (unos 455 millones de euros) por la venta de 26,1 millones de acciones, cifra sensiblemente superior a los 21,7 millones de acciones que los propietarios de Allison esperaban colocar en los mercados financieros.
Carlyle y Onex pagaron a GM 5.600 millones de dólares por Allison, aunque sólo pusieron de su bolsillo 1.500 millones, ya que el resto lo reunieron a través de préstamos. Dado que en la presente salida a bolsa han sido las propias Carlyle y Onex las que han sacado las acciones de Allison que estaban en su poder, esta última no percibirá cantidad alguna. Allison cerró 2011 con unas ventas netas de 2.200 millones de dólares, lo que supuso un crecimiento del 12 por ciento.