La patronal urge al Gobierno a actuar ante la “imparable caída en el tráfico de contenedores”, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo derivados de la bajada de la actividad comercial estimada ya en el 50 por ciento.
La Asociación de Empresas Estibadoras (Anesco), bajo los mandos de Pedro García, su secretario general, ha vuelto a poner el foco sobre la crisis del puerto de Melilla, que sigue en caída libre.
La patronal de la estiba reitera la necesidad de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez active un plan de “actuación urgente y coordinado” entre los ministerios con competencias en la materia que solucione el problema del descenso de la actividad portuaria en Melilla. La organización empresarial insiste en la “grave situación” en la que se encuentra la dársena, con una imparable caída en el tráfico de contenedores, cifrada en más del 39 por ciento entre enero y octubre de este año con respecto al mismo periodo del año anterior, como ya adelantó TRANSPORTE XXI en su edición digital.
Anesco recuerda, a través de una nota, que tras la reunión mantenida el pasado 31 de octubre con Puertos del Estado, en la que ya solicitó un plan de actuación urgente en Melilla, “la situación se ha agravado con una persistente pérdida de contenedores estibados”, por lo que insta a los ministerios con competencias a tomar medidas que impulsen de nuevo la actividad. En opinión de la patronal, Fomento debería liderar la búsqueda de soluciones implicando tanto al Ministerio de Exteriores como al Ministerio del Interior.
El origen de la crisis se sitúa en mayo de 2017, cuando la Delegación del Gobierno español en Melilla implantó una nueva organización en este puesto fronterizo. Desde esa fecha, se ha producido una importante pérdida de actividad portuaria en este enclave que se ha visto agravada tras la decisión adoptada el pasado mes de julio por el Gobierno de Rabat por la que únicamente se permiten despachar para la importación las mercancías que hayan sido descargadas en el vecino puerto marroquí. Como consecuencia de esta medida unilateral se ha bloqueado la entrada de productos exportados desde Melilla hacia Marruecos.
La patronal de las empresas estibadoras exige al Gobierno a que adopte medidas ante el desvío persistente e irreversible de los tráficos comerciales desde el puerto de Melilla a los puertos marroquíes. “Una situación que está acarreando una pérdida relevante de actividad empresarial en toda la cadena logística melillense, con impacto en las empresas prestadoras de servicios portuarios, transitarios y transportistas” advierten desde Anesco, que pone el acento en la “pérdida de puestos de trabajo derivados de la bajada de la actividad comercial del puerto, estimada ya en casi un 50 por ciento”.
De momento, como ya avanzó este medio, el organismo portuario que preside Ornella Chacón se ha limitado a elaborar un informe del impacto que están teniendo las citadas “medidas administrativas” en el tráfico del puerto de Melilla, que ha trasladado al Ministerio de Fomento. Además, ha contactado con la delegada del Gobierno en la Ciudad Autónoma para avanzar en la búsqueda de una solución.