La dirección confirma que Maersk Line “registra malos márgenes desde hace años”.
Eivind Kolding, presidente de Maersk Line, ha confirmado recientemente a la prensa danesa los negros nubarrones para el sector del contenedor. Kolding coincide con las previsiones que señalan un retroceso de la actividad del 10 por ciento este año, y aventura que la caída puede ser mayor. Ante los rumores que señalan que la compañía estudia retirarse del contenedor para concentrarse en los rentables negocios del petróleo, el gas y las terminales portuarias, Kolding afirma que “Maersk Line ha registrado malos márgenes en los últimos años, y se ha convertido en un área en el que la rentabilidad es cada vez más complicada.
En lo que se refiere a inversiones, nuestro enfoque principal en los próximos años se dirigirá al petróleo y las terminales, entre otras actividades”. El sector del contenedor adolece de una sobrecapacidad generalizada que, combinada con la caída de los volúmenes, amenaza a su viabilidad. Las proyecciones apuntan a que la estabilidad no reaparecerá hasta 2015. La estrategia de Maersk en este entorno parece ir dirigida a la reconstrucción de sus márgenes a través de una mayor eficiencia de sus servicios, pero sin renunciar a sus partes de mercado. Kolding cree que renunciar a su posición de mercado sería entrar en una “espiral descendente”. El problema es que todos los grandes actores del mercado deben estar convencidos de lo mismo.
“El peligro para todos nosotros es quedar atrapados en una pinza entre la necesidad de mejorar la rentabilidad y la pérdida de mercado”. Maersk renuncia a cualquier adquisición de una gran naviera, lo que no es sorprendente teniendo en cuenta los costes que le deparó la compra de P&O Nedlloyd. Y sin embargo Kolding admite que, en un mercado en reestructuración, no hacerlo podría resultar en pérdidas de partes de mercado. Lo que parece decir Kolding es que Maersk reza para que a sus competidores más pequeños les vaya peor que a ella.
Maersk no es la única que se plantea retirarse parcialmente del contenedor. MOL, segunda naviera de Japón con una flota de 115 portacontenedores, registra dos ejercicios consecutivos con pérdidas por encima de los 150 millones de euros. Pero, al contrario que sus competidoras K Line y NYK, MOL prevé un resultado corporativo positivo para 2009. Lo que pretende el armador no es vender la división de contenedores, sino escindirla del grupo para firmar después una alianza con un inversor externo.