El operador danés invertirá 900 millones en construir una terminal de 102 hectáreas.
El puerto de Lázaro Cárdenas se ha convertido en los últimos diez años en el primer puerto de México, desbancando a Veracruz (en la costa del Golfo la actividad ya no es tan pujante como en el litoral occidental y sus rutas con China). AP Moller ha conseguido una concesión de 32 años para operar una nueva terminal.
APM Terminals, filial de manutención portuaria del grupo danés AP Moller, se ha adjudicado un contrato para construir y operar una terminal de contenedores en el puerto mexicano de Lázaro Cárdenas, en la costa oeste. El contrato representa una concesión de 32 años para el diseño, la financiación, construcción, operación y mantenimiento de una terminal, con el compromiso de realizar una inversión de 900 millones de dólares en el proyecto. La fase 1 de la concesión consiste en la construcción de una plataforma de 43 hectáreas, con 650 metros de muelle y dos dársenas, así como un edificio de administracón, un almacén y sistemas de transporte sobre raíles para operaciones intermodales. Esta primera fase debería estar terminada en el año 2015 y conllevará una inversión de 350 millones de dólares.
A continuación, AP Terminals seguirá desarrollando la instalación según las condiciones de mercado y de acuerdo a las provisiones establecidas en el contrato de concesión. Una vez terminada la última fase de desarrollo de la nueva terminal de contenedores, esta contará con 102 hectáreas de superficie total, 1.485 metros de muelles de carga y descarga, cuatro dársenas y un calado de 16,5 metros que le permitará atender a los nuevos portacontenedores de gran capacidad. La terminal atenderá a las necesidades de distribución de México D.F. y de las ciudades del Norte, en especial la industrial Monterrey. El director general de APM Terminals, Kim Fejfer, señaló que “estamos muy honrados de haber recibido esta concesión de la Autoridad Portuaria para lanzar una nueva era en la historia portuaria mexicana. Nuestro objetivo es aumentar la competitividad de las infraestructuras mexicanas a través de una inversión de 900 millones de dólares, con la promesa de crear beneficios económicos significativos para todo el país, y así mejorar los negocios y la sociedad a través de un puerto más fuerte. La nueva terminal de contendores incrementará la competitividad del comercio exterior mexicano, atraerá más inversiones extranjeras y reducirá los costes logísticos.”.