El Gobierno regional defiende la reapertura de la línea ferroviaria de Canfranc a corto plazo y que la Travesía Central de los Pirineos “es absolutamente necesaria” a medio y largo plazo.
El Gobierno de Aragón quiere impulsar la conectividad ferroviaria para las mercancías en los Pirineos. Para ello, el Ejecutivo regional insiste en defender la reapertura de la línea ferroviaria de Canfranc a corto plazo y que la Travesía Central de los Pirineos (TCP) “es absolutamente necesaria” a medio y largo plazo.
Así lo puso de manifiesto el director general de Transportes de Aragón, Miguel Ángel Ania, en una jornada celebrada recientemente en Canfranc (Huesca). Ania señaló que “la línea del Canfranc no deja de ser una línea de alta montaña con muchas limitaciones para tráficos de alta intensidad” y todo esto “limita transportar mercancías de gran capacidad a velocidades competitivas”.
El director general de Transportes aragonés recordó que la capacidad máxima de los estudios de la línea del Canfranc es de unas 750.000 toneladas de tráfico de mercancías al año, pero la demanda que hay entre las dos regiones está entre 1,5 millones y 2 millones de toneladas al año. Además, en el horizonte de 2050, la UE prevé que el 50 por ciento de las mercancías terrestres se desplacen por ferrocarril, por lo que las necesidades se van a elevar por encima de los 50 millones de toneladas anuales, según explicó Ania.
“Hablamos de un volumen que no se cubre ni con el paso del Canfranc, ni con el paso de Portbou, ni con el de Irún, que como máximo podrán soportar 5 millones de toneladas al año”, afirmó. Por eso, la TCP se hace necesaria y “hay que hacerla a baja cota para que no tenga ninguna afección medioambiental en los parques naturales de Francia y España”, matizó.
Respecto al proyecto de línea ferroviaria de Canfranc, el responsable regional incidió en que ya está en marcha el estudio de impacto medioambiental y que ya se han iniciado las obras en toda la longitud de la línea. En concreto, se está reformando toda la plataforma ferroviaria en los 200 kilómetros del lado español y se están colocando traviesas polivalentes que permitirán el tráfico por ancho ibérico en una primera fase. Cuando el túnel esté abierto, “se podrá realizar en ancho internacional, lo cual va a permitir que las mercancías puedan viajar desde Zaragoza hasta Pau con el sistema europeo de señalización ERTMS”, aseveró.
El director de Transportes ha precisado que la línea se está equipando para habilitar ejes de 2,5 toneladas con gálibo B de cara a la futura autopista ferroviaria y que en una segunda fase se procederá a la electrificación en la tensión internacional de 25 kilovoltios en corriente alterna. Esto permitirá que los trenes “sean completamente interoperables entre las líneas de alta velocidad y ancho europeo a un lado y otro de los Pirineos”, sentenció Ania.