Es el segundo recorte que la siderúrgica impone a los transportistas en tres meses.
ArcelorMittal Sestao anuncia a sus principales proveedores de transporte por carretera un descenso del 10% de las tarifas para hacer frente a la crisis, que se suma a la reciente bajada del 4,23% tras aplicar la cláusula de revisión automática de los precios del gasóleo. Se trata del segundo recorte tarifario que el grupo impone a los transportistas en sólo tres meses
La planta ArcelorMittal Sestao continúa haciendo números para hacer frente a la crisis y ha comunicado a sus principales proveedores una bajada del 10 por ciento de las tarifas de transporte por carretera, que ya sufrieron en el mes de noviembre una reducción media de entre un 4 y un 7 por ciento según destinos. Este nuevo descenso se suma al recorte del 4,23 por ciento efectuado recientemente por el gigante siderúrgico tras aplicar la cláusula de revisión automática de los precios en función del gasóleo pactada con los transportistas. En total, el descenso de las tarifas de transporte por carretera se sitúa en el entorno del 15 por ciento sobre los precios de 2008, según señalaron a este periódico fuentes del sector.
La nueva relación tarifaria, a falta de conocer en detalle cómo queda el precio final de los diferentes destinos de las expediciones, sitúa el coste por kilómetro en una horquilla que oscila entre los 0,70 y 0,90 euros por kilómetro, frente al euro por kilómetro, aproximadamente, que fija el Observatorio de costes de Fomento. Así lo apuntaron a este periódico proveedores del grupo, que afirmaron que “los nuevos precios de transporte de la planta siderúrgica son una ruina para el sector”.
Y es que el nuevo anuncio de Arcelor ha caído como un jarro de agua fría entre los principales proveedores del grupo, que han visto como la actividad ha sufrido un descenso superior al 70 por ciento en los últimos meses. Como ya adelantó este periódico, algunos transportistas ya se mostraron muy críticos tras conocer el recorte de tarifas impuesto por el grupo a finales del pasado año y llegaron incluso a bloquear la entrada de las instalaciones de la planta para protestar por las nuevas tarifas.
Estos transportistas se mostraron muy críticos con el comportamiento de Arcelor que, “escudándose en la crisis y en que no hay cargas”, trata de “imponer” una bajada de tarifas. La noticia desató una guerra entre los proveedores que consideraban “aceptables y acordes con los precios de mercado” las nuevas condiciones y los que pusieron el grito en el cielo al conocer las nuevas tarifas. Actualmente, esta guerra fratricida entre los principales proveedores del grupo se ha acentuado y hay transportistas que han ofrecido precios más bajos para captar carga, adelantaron fuentes del sector.
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