Leve repunte de los fletes tras la insolvencia de Seguí, que, a pesar de su gran deuda con los puertos, intenta mantener vivas algunas líneas a través de terceras empresas.
La declaración de insolvencia de Contenemar ha dado un poco de oxígeno a sus competidores en el negocio Península-Canarias, donde los fletes han repuntado algo. No obstante, Seguí, a pesar de su maltrecha estructura y de la gran deuda contraída con los puertos, intenta mantener vivas algunas líneas a través de empresas filiales
El grupo Contenemar, cuyo tupido entramado societario arrastra un pasivo de 293 millones de euros, ha sido “víctima de su propia filosofía empresarial”, según los expertos sectoriales consultados por este periódico. Contenemar, uno de los armadores de referencia en el negocio de cabotaje entre Península y Canarias, y tres de sus filiales (Terminales del Turia en Valencia, Estibadora de Ponent en Barcelona y Terminal de Contenedores de Vilagarcía), se encuentran en concurso abreviado de acreedores con un pasivo inicial que no superaría los 10 millones de euros.
La conclusión de los expertos responde a las declaraciones realizadas por el propio presidente del grupo, Andrés Seguí, en la edición de TRANSPORTE XXI del 1 de mayo, poco antes de declararse insolvente: “Yo siempre digo que nosotros no somos activos en el precio. Tenemos una cuota y vendemos al precio que podemos (…). Vendemos al máximo precio posible que nos permite el mercado”. Nuestros interlocutores lo tiene claro: “Contenemar ha jugado a llenar sus barcos a cualquier precio y el resto de armadores ha seguido el ritmo que marcaba Segui. Todos los navieros estábamos haciendo dumping por culpa de Contenemar. A esto hay que unirle que Contenemar siempre ha sido un artista en hacer malabares con los créditos bancarios hasta que le han cortado el grifo para circulante, lo que le ha obligado a declararse insolvente.
Y tampoco podemos olvidarnos del trato de favor que ha recibido de algunas autoridades portuarias que le han permitido acumular cuantiosas deudas”, señalan. Los medios consultados reconocen que el concurso de Contenemar ha dado algo de oxígeno al mercado, permitiendo un leve incremento de los fletes, que se encontraban por los suelos. Por ejemplo, antes de que Contenemar se declarara insolvente a principios de septiembre, el precio medio ponderado que un armador de cabotaje entre Península y Canarias cobraba por transportar un contenedor “era de 600 euros para el 20 pies y de 800 euros para el 40 pies”, es decir, “el flete de bajada, en ocasiones, no cubría ni los costes variables si tenemos en cuenta que mover una caja en un puerto cuesta 400 euros al armador.
Pero transportar ese mismo contenedor vale 200 euros de flete FIO”, concluye una analista. No es que el negocio haya dado un vuelco tras el concurso de Contenemar, pero, por lo menos, los fletes han subido un poco, un crecimiento que los expertos sitúan “en una media ponderada entre 100 y 150 euros por contenedor”. A esto hay que añadir que una parte importante de la carga de Contenemar, que venía moviendo en las épocas de bonanza unos 150.000 TEUs anuales, se ha repartido en las bodegas de la competencia, como Boluda Lines, WEC Lines, Arkas y JSV. Sin embargo, a pesar del concurso, Contenemar, aunque con una merca considerable en sus recursos, sigue operando. Las fuentes consultadas aseguran que la naviera de Seguí ha devuelto los seis portacontenedores que tenía fletados a sus armadores, pagando las correspondientes indemnizaciones.
Al mismo tiempo, en el capítulo de barcos de su propiedad, ha achatarrado el “Gala del Mar” y el “Gloria del Mar”, ha vendido o traspasado el “Julia del Mar” a un armador con sede en Panamá, mientras que el “Teresa del Mar”, “Gracia del Mar” y “Catalina del Mar” están parados en Barcelona, Vigo y Punta Europa, respectivamente, con parte de sus tripulaciones a bordo que están a la espera de cobrar los salarios adeudados. No obstante lo anterior, Contenemar está buscando recovecos para no desaparecer del mercado y mantener vivas algunas de sus líneas regulares. Según las fuentes consultadas, la suspensa Contenemar ha fletado el “Clara del Mar”, un buque ro ro de su propiedad del año 2007, a su consignataria y estibadora filial Termisur Eurocargo, con sede en Sevilla, que está operando un servicio con Canarias.
En la misma línea, siempre según los citados medios, Contenemar Alicante, otra filial de la sociedad cabecera de Seguí, ha alquilado el buque “Mar Feeder”, que opera desde la dársena valenciana con Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. África Container Lines, otra sociedad que controla la familia Seguí, también estaría intentando mantener su servicio entre el puerto de Vilagarcía y Casablanca, señalaron otros medios.
Lo cierto es que, al margen de los intentos del grupo Contenemar de mantener viva su actividad en pleno concurso de acreedores, la estructura de la corporación está muy debilitada, tanto a nivel de recursos humanos, donde mantiene vivos ochos ERES que afectan al 70 por ciento de sus 1.500 trabajadores, habiéndose producido ya una huida de sus principales ejecutivos a empresas de la competencia, como en su red de terminales en la península y Canarias, ya que todas ellas se encuentran paradas o con una actividad mínima.