El Parlamento Europeo ya ha dado luz verde a la modificación de la Directiva de pesos y dimensiones, que ha contado con una fuerte oposición
La implantación de las 44 toneladas en España, junto a la libre circulación de los vehículos euromodulares -megacamiones y duotrailers-, encara la recta final. El Ministerio de Transportes tenía previsto, al cierre de esta edición, sacar a información pública la Orden para la modificación del Anexo IX del Reglamento General de Vehículos. Es decir, tras muchos dimes y diretes, su puesta de largo será realidad en cuestión de meses.
La medida, no obstante, quedará coja, ante la imposibilidad de realizar, hoy por hoy, transporte transfronterizo. Hace falta una armonización europea. Y ahí, de momento, pintan bastos.
El Parlamento Europeo ya ha dado luz verde a la modificación de la Directiva de pesos y dimensiones, que ha contado con una fuerte oposición. Así lo adelantó la eurodiputada Isabel García Muñoz, ponente de la reforma legislativa en la Comisión de Transportes. Pero queda pendiente su aprobación por parte del Consejo, en un contexto en el que están convocadas elecciones europeas para el mes de junio.
El texto no solo hace un guiño a la apuesta por la descarbonización, concediendo cuatro toneladas adicionales a las 44 toneladas por el uso de vehículos de cero emisiones. Además, posibilita el transporte transfronterizo con este tipo de conjuntos, siempre que esté permitido en el Estado miembro. Una “línea roja”, confesó la eurodiputada, en la negociación del texto final.
Uno de los países en contra es Francia, que, pese a permitir ya las 44 toneladas, argumenta que la reforma provocará un cambio modal inverso. Ninguna novedad, teniendo en cuenta las reticencias del país vecino a facilitar las conexiones con España, como ocurre en el caso de los corredores ferroviarios, que no llegarán a tiempo. Es más, no sería de extrañar que, incluso en el caso de que el texto saliese tal cual, demorase todo lo posible la transposición de la Directiva para aislar a España. Todo un despropósito. No es de recibo que países que permiten el uso de estos pesos y dimensiones en los vehículos no faciliten el tráfico transfronterizo, provocando, con ello, ineficiencias en las cadenas de suministro. Decisiones con un claro tinte proteccionista, cerrando los ojos, por ejemplo, al ahorro de energía y emisiones que generaría la armonización de megacamiones y duotrailers.