El avión más grande del mundo, el Antonov 225, que puede transportar 250 toneladas en el interior de su bodega y hasta 200 en la parte superior del fuselaje, y del que sólo existen dos ejemplares, aterrizó el pasado 26 de abril por primera vez en el Aeropuerto de Vitoria, donde descargó 120 toneladas de material electrónico.
La compañía European Air Transport fue la encargada de realizar el handling de rampa. Una vez finalizado el proceso de descarga y tratamiento de la mercancía, cuyo tránsito fue gestionado por Decoexsa, el avión partió rumbo a Leipzig (Alemania).
Esta operación cerró una semana de gran actividad en el aeropuerto alavés, que se convirtió en una de las instalaciones que no se vio afectada por la nube de ceniza volcánica. De hecho, el recinto registró 24 operaciones, que habitualmente no utilizan el Aeropuerto de Vitoria.