La crisis de la construcción ha hecho mella en los tráficos de la empresa Atlántica de Graneles y Moliendas, participada por Financiera y Minera (Cementos Rezola), y Cementos Lemona, del grupo Cementos Portland Valderrivas, que prevé mover este año unas 213.000 toneladas, entre entradas de materia prima y salida de producto acabado, en la planta integral de productos cementeros que gestiona en el puerto de Bilbao.
Esta cifra supondría una caída superior al 30 por ciento con respecto al año 2009, que cerró con un tráfico de cerca de 314.500 toneladas, según avanzaron a este periódico fuentes de la compañía. Los registros están lejos de las 413.122 toneladas manipuladas en 2007 y del millón de toneladas que la compañía espera mover en el puerto de Bilbao a lo largo de la concesión.
La terminal de Atlántica de Graneles, que arrancó en 2004, ocupa una superficie de 55.000 metros cuadrados en la zona industrial de la dársena bilbaína. La instalación, cuya inversión superó los 32 millones, dispone de equipos para descarga de barcos en el muelle con dos tolvas ecológicas, transporte por cinta a una nave de almacenamiento cerrada, un molino vertical y un silo de cuatro cámaras para diferentes productos.