Asier Culebras Porras. Sales manager de Wireless Logic España
La conectividad inalámbrica se ha convertido en un elemento indispensable para garantizar la integridad y la seguridad del dato
En un mundo que demanda cada vez más inmediatez y mayor control logístico de activos y vehículos, la conectividad inalámbrica se ha convertido en un elemento indispensable para garantizar la integridad y la seguridad del dato. Ya sea para geolocalizar con precisión los vehículos desplegados en un territorio, como para analizar comportamientos anómalos de los conductores o asegurar el control de la cadena de frío, contar con una solución fiable de conectividad inalámbrica resulta fundamental en cualquier escenario logístico. Estos canales que habilitan la comunicación entre dispositivos y servidores en la nube funcionan como autopistas invisibles que facilitan el viaje seguro y rápido de los datos necesarios para optimizar rutas, localizar activos o garantizar el buen estado de los productos.
En este contexto, las vías invisibles por las que viajan los datos han de cumplir una serie de requisitos para encarar con garantías una serie de desafíos clave en los despliegues globales: desde la necesidad de gestionar las restricciones de roaming permanente cuando las flotas atraviesan múltiples fronteras, hasta asegurar la cobertura en entornos remotos con despliegues asimétricos de tecnologías de red de acceso. En este sentido, es imprescindible contar con soluciones simples que reduzcan la complejidad de estas exigencias globales y ofrezcan un control y gestión eficientes de la conectividad.
Los acuerdos de roaming entre operadores han sido tradicionalmente un elemento clave en las implantaciones IoT multinacionales, pero a medida que avanzan los despliegues de telecomunicaciones y los gobiernos y operadores de todo el mundo buscan aumentar el control sobre su infraestructura de radio, aparecen restricciones de roaming permanente que complican el ya de por sí complejo rompecabezas de la conectividad global, limitando en muchos casos el período de tiempo que un dispositivo puede permanecer en itinerancia (por ejemplo, 90 días en Brasil) o aplicando regulaciones aún más restrictivas en países como Turquía.
¿Y cómo afectan las restricciones de roaming permanente a la gestión de flotas? Las restricciones de roaming permanente complican la gestión de flotas IoT, ya que limitan el tiempo que los dispositivos pueden estar conectados en redes extranjeras. Esto obliga a las empresas a buscar soluciones como el uso de múltiples perfiles IMSI o acuerdos locales para mantener la conectividad, evitando interrupciones y cumpliendo con las regulaciones en países con límites estrictos, como Brasil o Turquía.
Por otro lado, debemos sumar que al atravesar fronteras los dispositivos se enfrentan al reto adicional de la asimetría en la cobertura celular e infraestructura de red de acceso, sobre todo en el caso de tecnologías LPWAN como Narrowband o LTE-M que no han sido desplegadas de forma homogénea en todas las regiones del planeta.
Para superar estos desafíos, surge la eSIM como elemento clave para conectar con garantías los despliegues IoT globales y prepararlos para el futuro. Cuando hablamos de la eSIM, nos referimos a una serie de capacidades tecnológicas que permiten una SIM albergar varios IMSI o perfiles (lo que llamamos multi-IMSI), así como crear o modificar perfiles en remoto (lo que conocemos como aprovisionamiento remoto de SIM o RSP). Esto permite a los operadores logísticos y compañías de gestión de activos conectados una flexibilidad sin precedentes, capacitándoles para conectar sus dispositivos en diferentes regiones y funcionar con perfiles locales que no se ven sometidos a las restricciones de roaming permanente.
Las tendencias en conectividad siempre van a estar sujetas a numerosos factores y a un entorno muy cambiante. El 2G y el 3G están a las puertas de su desaparición en todo el planeta (en muchos países ya se han apagado), por lo que hay que buscar alternativas más adecuadas a la realidad actual. El futuro pasa probablemente por el 5G, pero a día de hoy es el 4G LTE la tecnología más optimizada para la mayoría de casos IoT, ya sea a través de las mencionadas tecnologías de bajo consumo, como NB-IoT o LTE-M o con alternativas más versátiles como CAT-1 Bis. La decisión correcta dependerá de los requisitos específicos de cada aplicación y, lógicamente, de los países objetivo de despliegue. Son muchas las decisiones a tomar y es complicado acertar cuando la prioridad de una empresa está en mejorar su plataforma de gestión de flotas o desarrollar rastreadores más eficientes; por eso es más importante que nunca contar con un socio de conectividad capaz de guiar a sus clientes a través del complejo y a veces imprevisible universo de las comunicaciones IoT.