La Autoridad Portuaria adjudica la segunda y última fase de su primera terminal marítima interior en el Corredor de Henares por un montante de 20,55 millones de euros.
La Autoridad Portuaria de Tarragona ha adjudicado a la unión temporal de empresas (UTE) formada por Comsa, Gicsa y Arno Infraestructuras las obras de la segunda y última fase de PortTarragona Terminal Guadalajara-Marchamalo, el primer puerto seco de la dársena catalana que estará ubicado en el Corredor del Henares.
La adjudicación ha sido por un montante de 20,55 millones de euros (24,87 millones con impuestos), con financiación europea, y un plazo de ejecución de 12 meses. Un total de seis UTEs se habían presentado al concurso, siendo la seleccionada la que ha ofrecido una “mejor relación calidad-precio”.
El puerto seco en el Corredor del Henares contará con 74.000 metros cuadrados de superficie para operaciones, tres vías de expedición/recepción y otras tres para carga/descarga.
Podrá acoger trenes de hasta 750 metros de longitud. Esta segunda fase consiste en la urbanización de la terminal, la instalación del alumbrado y la realización de las conexiones ferroviarias, tanto internas como externas con los dos puntos de conexión con la red del Adif, uno en dirección hacia Zaragoza y el otro en dirección hacia Madrid. PortTerminal Guadalajara-Marchamalo estará conectada a Terminal Intermodal La Boella, infraestructura ferroviaria ya construida y donde CTC proyecta invertir alrededor de 25 millones de euros en ampliarla y modernizarla una vez llegue el ancho de vía internacional (UIC) al puerto de Tarragona.
El pasado verano culminó la primera fase de las obras de PortTarragona Terminal Guadalajara-Marchamalo. Para la dársena catalana, la terminal marítima interior supone una “gran oportunidad de crecer en intermodalidad al desarrollar esta importante terminal, multipropósito y multicliente, en el centro peninsular, que permitirá la conexión con los principales puertos marítimos españoles”.