La española, que mantiene denominación e independencia en la gestión, se beneficiará de los 1.300 millones que invertirá su nuevo patrón para seguir con el plan de desarrollo.
Azkar será la cabeza de puente de la alemana Dachser en su desarrollo en el Mediterráneo y Latinoamérica. En este sentido, la primera paquetera española, que mantiene su independencia y su denominación social, se beneficiará de los 1.300 millones que invertirá su nuevo propietario en continuar con su plan de expansión
Azkar, la paquetera que creó Luis F. Somoza (Lugo, 1936) a principios de la década de los 60 hasta convertirla en la primera empresa de transporte terrestre en España por volumen de facturación, se ha casado con la multinacional alemana Dachser, después de un noviazgo de casi cinco años, pero mantendrá su denominación social y su independencia en la gestión, continuando al frente de la misma José Antonio Orozco y Juan A. Quintana, vicepresidente ejecutivo y director general de la firma, respectivamente. De hecho, según confirmaron fuentes de la paquetera, Azkar “se hará cargo de la dirección de los negocios de Dachser en Portugal, al tiempo que nos podremos beneficiar de los 1.300 millones que el nuevo propietario invertirá para seguir con su expansión, donde seremos cabeza de puente para Latinoamérica y el Mediterráneo”.
Tal como adelantó TRANSPORTE XXI en su pasada edición del 1 de diciembre (leer ‘Moby Dick’ en la pág. 3), el gigante alemán, que ya ostentaba una participación del 10 por ciento en la española a través de la matriz Dachser Beteiligungs ha adquirido el 79 por ciento que estaba en manos de Somoza y y el 11 por ciento que detentaba el equipo directivo. El vehículo de que se ha servido para hacerse con este 90 por ciento es Dachser Iberia Holding, creada el pasado junio y con sede social en Bilbao. La operación, que sólo está pendiente de la autorización de Competencia, afecta a todas las filiales de Transportes Azkar (ver cuadro adjunto), que cerró 2011 con una factura consolidada de 367 millones (descontadas las ventas intergrupo), y al 50 por ciento de los inmuebles de la red de distribución de la española, que ya estaban incluidos en su activo en libros, que es de 296 millones, confirmaron las mismas fuentes.
El resto de centros que explota Azkar, bajo el paraguas patrimonial de Somoza, seguirá en alquiler por un período de tiempo ya cerrado. No obstante, la alemana ha creado su propia sociedad inmobiliaria, Dachser Iberia Real Estate, también con sede en Bilbao, para la posible futura adquisición de inmuebles. La venta de Azkar no se enmarca en la urgencia de una compañía que sufre números rojos y un apalancamiento brutal. Al contrario, la matriz Transportes Azkar cerró 2010 con una ventas de 301 millones y obtuvo un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 23 millones, lo que supone un margen del 7,6 por ciento, y un beneficio neto de 12 millones (3,9 por ciento), rentabilidades ambas que están lejos de las alcanzadas por sus más directos competidores en la paquetería nacional, un nicho que se encuentra en clara contracción a raíz de la crisis. Y el ratio de deuda no alcanzó tres veces el Ebitda, lo que dice mucho de su solvencia.
Las verdaderas urgencias de Somoza eran otras. Una, resolver la ausencia de relevo generacional al frente de la empresa. Y dos, asegurar el desarrollo futuro de una compañía que estaba tocando techo con él como alma máter y accionista de referencia en los últimos 20 años, en los que, no sólo la ha convertido en la primera empresa de carga fraccionada del país, sino que también ha diversificado su portafolio de servicios hacia el negocio transitario y el contrato logístico, se ha erigido en proveedor de referencia de empresas como Inditex, H&M y Procter and Gamble, y en el que ha apostado por su internacionalización: primero en Europa, abriendo las puertas de su casa a Dachser en 2008; y segundo, desembarcando con sucursales propias en China y Brasil. Somoza ha resuelto de un plumazo ambas urgencias y ha dejado Azkar en manos de un gigante con ventas de 4.300 millones en 2011, que lleva en sus genes la esencia de una empresa también familiar. De hecho, Bernhard Simon, consejero delegado de Dachser, es el nieto del fundador de la compañía.
Somoza integra Azkar en un grupo que está en el TOP 1O de Europa
Con la venta a la alemana Dachser, Somoza ha integrado al grupo Azkar en el TOP 10 de proveedores de transporte terrestre en Europa, ranking donde la alemana ocupa un destacado sexto puesto con ventas de 2.600 millones en 2011, según un informe de ‘Transport Intelligence’, y en el que no hay que descartar que ascienda nuevos peldaños tras la adquisición de la española y el talón de 1.300millones que se guarda en el bolsillo para continuar con su crecimiento orgánico e inórganico. El gigante, con una ventas consolidadas de 4.300millones, emplea a 21.000 trabajadores en los 315 centros que tiene repartidos en 37 países. Su volumen de envíos es de 37,1 millones de toneladas.
Dachser tiene el negocio concentrado en trés areas: transporte terreste europeo, con ventas de 2.600 millones y una cuota sobre la factura consolidada del 60 por ciento; transitario marítimo y aéreo (1.100 millones y 25,3 por ciento); y logística alimentaria (555 millones y 12,7 por ciento). Partiendo de la base de que Dachser no estaba en España hasta ahora, si cruzamos estos datos con la actividad de Azkar, bien se puede decir que, a pesar de la diferencia de tamaño, casi son dos almas gemelas, amén de que todos son sinergias y ninguna superposición. Si por algo se caracteriza Azkar es por su penetración en elmercado de la carga paletizada y en la industria textil, dos nichos en los que el gigante también es un referente.
Por otro lado, a diferencia de Dachser, Azkar también mueve pequeña paquetería, es decir, la que está por debajo de 30 kilos, nicho en el que seguirá trabajando y en el que mantendrá los acuerdos de colaboración que tiene con otras empresas en países europeos. Para Dachser, hay que destacar que, después de la toma de control y la integración de su competidor francés, Graveleau, en 1999, Transportes Azkar es la segundamayor adquisición en la historia corporativa de la empresa. Pero la aventura de Dachser con Graveleau no ha sido una historia de éxito. De hecho, no hace mucho tuvo que realizar una ampliación de capital millonaria para cubrir pérdidas y aplicar un plan social que afecta a 400 trabajadores.
En el país vecino, la alemana desembarcó con todas su armas y bagaje, amarga experiencia que seguro que le ha influido a la hora de decidirse por mantener la denominación social y la independencia en la gestión de Azkar, sabedora ahora de que la idiosincrasia de los mercados no es un espejismo, sino una realidad cuantificable en la cuenta de resultados. Azkar cuenta con más de 500.000 metros cuadrados de superficie construidos y una flota de 2.650 vehículos. Tiene una plantilla de más de 3.000 personas repartidas en 91 instalaciones.