El puerto de Barcelona saldó 2008 con 52.562 TEUs que entraron y salieron por ferrocarril de la instalación, con un avance del 25,8 por ciento, el doble del crecimiento registrado en 2007 (12,6 por ciento). No obstante, la cuota del tren se mantiene exigua: el ferrocarril únicamente captó el 2,04 por ciento del total de contenedores que entraron y salieron del recinto portuario, porcentaje ligeramente más elevado que en 2007, cuando se situó en el 1,6 por ciento.
Y esta mayor cuota del tren se debió al retroceso que experimentó el tráfico de contenedores en la instalación el pasado año, un 1,55 por ciento menos, frente al incremento superior al 12 por ciento del ejercicio precedente. Al puerto de Barcelona todavía le queda camino por recorrer para alcanzar la cuota de mercado que el ferrocarril tiene en los principales puertos europeos, del 8 por ciento en Amberes, del 13 por ciento en Rotterdam, del 21 por ciento en Felixstowe y del 29 por ciento en Hamburgo. El corredor ferroviario con Azuqueca de Henares, iniciado a finales de 2006, captó el 33,30 por ciento del tráfico de TEUs, seguido muy de cerca por los servicios que enlazan las estaciones de las terminales de TCB y Tercat con Zaragoza (el 32 por ciento del total).
El pasado 5 de febrero se puso en marcha el nuevo servicio ferroviario de contenedores entre el puerto de Barcelona y Lyon (estación de Venissieux). Se trata de un servicio multicliente que se inicia con una periodicidad de tres días a la semana con el objetivo de llegar a los cinco días, según avanzó este periódico en una anterior edición. Cada convoy está formado por 20 vagones con una capacidad total para 60 TEUs y sus promotores ya se darían por contentos con alcanzar una ocupación del 70 por ciento. El nuevo servicio ferroviario, denominado Barcelyon Express, es una iniciativa del puerto, Renfe y Naviland Cargo (filial especializada en el contenedor marítimo de SNCF). Renfe opera y comercializa los trenes en España y Naviland hace lo mismo en Francia.