Más de la mitad del tráfico de automóviles nuevos suben al ferrocarril para entrar o salir por vía terrestre del recinto portuario catalán, un flujo que crecerá más con la nueva terminal especializada.
Cinco de cada 10 vehículos nuevos que salen o entran al puerto de Barcelona por vía terrestre lo hacen subidos al tren. Barcelona ha superado la cuota del 50 por ciento en tráfico ferroportuario de vehículos. Y es que el tren sumó 148.697 vehículos nuevos en los primeros cinco meses del año, lo que supone un crecimiento del 14,8 por ciento en relación con 2023 y alcanzar el ferrocarril una cuota del 54,2 por ciento.
Un peso todavía más meritorio teniendo en cuenta que el tráfico global de vehículos nuevos en la dársena (274.574 unidades), sin incluir el transbordo, bajó el 4,3 por ciento en el mismo periodo.
El puerto de Barcelona, el primero peninsular en tráfico ferroportuario de contenedores, ya tuvo su mejor registro en el flujo de vehículos nuevos por tren en 2023. El ferrocarril alcanzó una cuota del 45,6 por ciento, hasta las 309.410 unidades.
El 41 por ciento correspondió a tráficos con el norte peninsular, el 35 por ciento dentro de Cataluña y el 24 por ciento fue internacional. Este tipo de flujos ha crecido el 76,4 por ciento en una década, de las 175.362 unidades movidas por tren en 2013 a los 309.410 turismos en 2023. Un crecimiento que quintuplica la evolución del tráfico global de automóviles nuevos, sin incluir el transbordo, que registro la dársena catalana (+15,2 por ciento) en el mismo periodo. El tren no sería lo que es sin el servicio de Autometro, que transporta, en ancho de vía métrico, vehículos nuevos desde la fábrica del Seat en Martorell (Barcelona) al puerto para su exportación. Autometro movió 106.425 vehículos el año pasado. Esta actividad supone el 42,3 por ciento de las descargas de automóviles por tren que hubo en la dársena en 2023.
Históricamente, “el ferrocarril en el puerto se ha utilizado para la distribución de la producción desde las fábricas españolas al resto del mundo por vía marítima, especialmente en el Mediterráneo y norte de Europa”, señalan fuentes de la Autoridad Portuaria de Barcelona.
El crecimiento del tren se ha visto favorecido por el único corredor en ancho de vía internacional (UIC), por el momento, que conecta un puerto español, Barcelona, con Europa, lo que ha incrementado la oferta de servicios ferroviarios. Actualmente, hay seis servicios semanales con Alemania, Austria y Francia. Ello ha sido posible gracias a “la consolidación del puerto como hub de distribución de vehículos acabados, lo que ha atraído suficiente carga para poder disponer de volumen tanto de ida como de vuelta”.
Las previsiones de la Autoridad Portuaria es que la cuota del tren siga creciendo, “especialmente en los tráficos internacionales”. Sin duda, ayudará a ello la consolidación de la dársena catalana como puerta de entrada a Europa de vehículos eléctricos fabricados en China.
Y todavía más contribuirá la nueva terminal de vehículos que el Puerto sacará a concurso en el muelle Príncipe de España y cuyo futuro concesionario tendrá que utilizar, sí o sí, las limítrofes instalaciones ferroviarias para hacerse con la adjudicación.