Prorroga, por tercera vez consecutiva, la vigencia de las autorizaciones para transportistas habituales y esporádicos.
La Autoridad Portuaria de Barcelona mantiene congelado el plan de ordenación del transporte, el Proatrans, a la espera que se pronuncie la Comisión Nacional de la Competencia sobre el expediente sancionador que abrió a toda la comunidad portuaria firmante del mismo. La sentencia del organismo supervisor se espera en breve
La Autoridad Portuaria de Barcelona mantiene congelado el plan de ordenación del transporte por carretera en la dársena, el Proatrans, a la espera que se pronuncie la Comisión Nacional de la Competencia que abrió un expediente sancionador (investigación) en marzo de 2009 a toda la comunidad portuaria firmante del mismo.
Y esta congelación pasa por prorrogar, por tercera vez consecutiva, las autorizaciones vigentes, tanto las genéricas para transportistas que trabajan habitualmente en el puerto como las específicas para operadores esporádicos hasta el 31 de enero de 2011, según acordó el último consejo de administración. La anterior prórroga vence el 31 de diciembre. La sentencia de Competencia se espera en breve.
Las investigaciones del organismo supervisor duran como norma un máximo de 18 meses, aunque el plazo se puede ampliar, según fuentes de Competencia. Es lo que ha ocurrido con el Proatrans, sobre el que se debería haber pronunciado el organismo supervisor el pasado septiembre. El 1 de enero tenían que entrar en vigor las nuevas exigencias para renovar las autorizaciones que caducaban y que se frenaron a raíz de la investigación, según publicó este periódico en una anterior edición.
Además de congelar el desarrollo del Proatrans, el puerto ha presentado a la dirección de Investigación de Competencia la propuesta de modificación de los aspectos cuestionados: otorgar autorizaciones sin contemplar incentivos ni orientar la estructura de las empresas de transporte que operan en la dársena. Según Competencia, el Proatrans fija unas condiciones para que los transportistas entren en la dársena que podrían obstaculizar el acceso de determinados operadores de transporte.