El puerto de Barcelona vuelve 20 años después a la India, con el objetivo de presentar sus credenciales en el mercado con el mayor potencial del mundo
El paseo marítimo de Mumbai recibe el nombre local de “Collar de la Reina” por la belleza de su litoral iluminado en las noches del Mar de Arabia. La ciudad del estado de Maharashtra, la primera de la India y una de las más populosas del mundo, fue la entrada del Imperio Británico en la joya de su corona colonial: La India.
El puerto de Barcelona, con el puerto de Tarragona como invitado, lanza su misión comercial de 2023 hacia el mercado con el mayor potencial de desarrollo de Asia. Aunque actualmente no es rival en tráficos para China, tres factores abren un abanico de posibilidades para los intercambios.
En septiembre de 2014, el primer ministro de la India, Narendra Modi, lanzó el plan “Make in India”, con el principal objetivo de impulsar la producción de manufacturas hasta un 14 por ciento anual, lo que supone incrementar la aportación de la producción al PIB nacional en un 25 por ciento en el horizonte de 2025. Han pasado diez años desde aquella iniciativa, y los resultados no han sido buenos. La producción industrial india no ha alcanzado los objetivos propuestos, y de hecho ha descendido de un 15 por ciento del PIB a un 13 por ciento en 2022. Pero el plan ha atraído algunas inversiones estratégicas, sobre todo en un sector muy interesante para el puerto de Barcelona, como es la automoción.
El segundo factor de desarrollo potencial para los tráficos del puerto con la India es en efecto la automoción. A pesar de que los objetivos del plan “Make in India” han demostrado ser demasiado ambiciosos, el sector de la automoción ha conseguido atraer inversiones puntuales que ha situado al país como uno de los primeros productores de la región. Isuzu Motors en Sri City (Andra Pradesh), Suzuki en Ahmedabad, y Tata Motors, Pune y Mercedes-Benz en Chakan, han posicionado al país entre las primera cadenas de ensamblaje mundiales. Y la coreana Kia ha anunciado su intención de invertir 2.300 millones de euros para tener una planta de producción de varios modelos de vehículos eléctricos en La India en 2025. De hecho, el Gobierno indio está haciendo una fuerte apuesta por el vehículo eléctrico. Su objetivo es que todos los vehículos públicos sean eléctricos en 2030. Actualmente, la industria automovilística contribuye con el 7 por ciento al PIB nacional, siendo la India el cuarto mayor productor de automóviles del mundo, con 5,4 millones de unidades ensambladas en 2022. Este panorama casa perfectamente con los objetivos que Barcelona se ha marcado en cuanto a ser el hub europeo del vehículo eléctrico.
El tercer pilar sobre el que se apoya el potencial de la India es su posición geoestratégica como puerta de entrada de Europa al océano Índico. Alfred Thayer Mahan ya predijo a finales del siglo XIX que “quien domine el Océano Índico dominará Asia y el destino del mundo se decidirá en sus aguas”. Hasta ahora, China lleva el bastón del desfile para dominar el nuevo eje geopolítico mundial que es la región del Indo-Pacífico, y para ello ha desplegado la colosal “Nueva Ruta de la Seda”. Pero la India no quiere quedarse atrás.
El objetivo señalado por el Gobierno de Modi de impulsar los tráficos de buques portacontenedores apunta en esta dirección. Actualmente, solo el 25 por ciento de los tráficos de exportación de la India salen del país por puertos nacionales. La dependencia del feedering para el export-import indio se encuentra en la falta de enclaves portuarios de gran capacidad. Pero la marea comienza a subir en el puerto internacional de Vizinjham, en el Estado de Kerala. Con la llegada de las primeras grúas pórtico hace unos días, que habrán de equipar el primer puerto automatizado de la India, arranca la carrera para acoger el primer portacontenedor transoceánico en el próximo mes de mayo. Con la entrada en funcionamiento de la primera terminal, un muelle de 800 metros de longitud, Vizinjham contará con capacidad para mover 1 millón de TEUs anuales. La segunda fase del proyecto contempla la construcción de un muelle adicional de 400 metros para ampliar la capacidad del puerto hasta 1,5 millones de TEUs. Las fases tres y cuatro traerán dos muelles más de 400 metros cada uno para mover un total de tres millones de TEUs anuales.
La pregunta es si la India será capaz de materializar sus ambiciosos planes. El fracaso del plan “Make in India” no ha desmotivado al Gobierno de Modi, y sus planes para ser la tercera economía del mundo en 2050 siguen en pie. En este gran discurso del comercio internacional, el puerto de Barcelona quiere presentar su tarjeta. De hecho, la misión 2023 se ha encontrado con una sorpresa que abre puertas inesperadas. A sugerencia del Primer Ministro Modi, la Cumbre Marítima que iba a desarrollarse en Nueva Delhi, lo hará finalmente en Mumbai, y coincidiendo con la delegación catalana. El puerto no ha dudado en dar un golpe de cintura a su agenda para participar en esta cumbre, que asegura ser la más importante de la región Indo-Pacífica.