El Comisario de Transportes recoge la petición formulada por la patronal IRU y asegura que puede ser una buena opción en determinados corredores y para tráficos regulares.
El Comisario de Transportes, Jacques Barrot, apostará por la utilización de los nuevos vehículos de 25,25 metros y 60 toneladas para reforzar la intermodalidad y reducir la congestión de las carreteras. Barrot, que ha recogido la petición de la patronal IRU, cree que puede ser una buena opción en corredores concretos y para tráficos regulares
Bruselas, tras dejar patente su decidida apuesta por el ferrocarril y el impulso de las autopistas del mar, ha empezado a escuchar a los transportistas. El vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario de Transportes, Jacques Barrot, se ha comprometido a elaborar una propuesta para potenciar la utilización de los vehículos EuroCombi -el nuevo tren de carretera modular de 25,25 metros y 60 toneladas de carga máxima- en determinados ejes y para tráficos concretos, vinculados al desarrollo del transporte intermodal.
Así lo puso de manifiesto en el primer encuentro oficial que, junto a los miembros de su gabinete, mantuvo a finales del pasado mes de noviembre con la cúpula de la IRU (Unión Internacional del Transporte por Carretera), representada, entre otros, por Martin Marmy, secretario general, y Pere Padrosa, en lo que fue su puesta de largo como nuevo presidente del Consejo de Mercancías de la patronal.
La IRU insiste en la necesidad de apostar por los vehículos de 60 toneladas para reducir la saturación de las carreteras y mitigar los efectos negativos que la nueva normativa social tiene en el sector. La patronal pide, en este sentido, que las nuevas infraestructuras que se desarrollen tengan en cuenta el paso de un vehículo de estas características. Este nuevo concepto modular permite aumentar en un 50 por ciento el volumen transportado frente a las combinaciones articuladas ahora en circulación y reducir el número de vehículos que circulan por las carreteras, así como el consumo de combustible, lo que repercute en un menor impacto ambiental.
El nuevo presidente del Consejo de Mercancías de la IRU y presidente de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), Pere Padrosa, es tajante al afirmar que “el propio sector debe aportar alternativas válidas al crecimiento del transporte por carretera previsto para los próximos diez años”, ya que “la solución no sólo pasa por el ferrocarril”. Padrosa entiende que “la apuesta por el tren está muy bien políticamente”, pero advierte que “aún asumiendo la cuota que le corresponda, será la misma por el crecimiento del sector”.
El presidente de Astic cree que “la utilización de los nuevos trenes de carretera puede funcionar para tráficos regulares y en rutas concretas, sobre todo en largas distancias, e incluso ser una buena opción para potenciar el transporte intermodal”. Como ejemplo, Padrosa apuntó los tráficos de contenedores entre estaciones ferroviarias y puertos. Al mismo tiempo, la reunión entre Barrot y la IRU sirvió para dejar una puerta abierta a la revisión de la nueva normativa sobre tiempos de conducción y descanso para conseguir más flexibilidad.
La patronal reclama que los transportistas puedan disponer de más períodos de conducción que los seis actuales, sin sobrepasar las 90 horas bisemanales, para posibilitar a los conductores la vuelta a casa y evitar tener que realizar el descanso semanal a lo largo del trayecto. Barrot aseguró que “es un derecho y un deber del sector empujar en este sentido”.
Eso sí, se abre ahora un proceso complejo desde el punto de vista político, aunque Jacques Barrot afirmó que “la Comisión estará expectante de la capacidad de lobby que el sector pueda ejercer sobre el Parlamento para lograr la elaboración de una propuesta de revisión de la citada normativa”. La reunión entre la patronal IRU y el Comisario de Transportes constituye la primera de las que de forma trimestral y con carácter informal acordaron mantener para conocer de primera mano las iniciativas relacionadas con el sector.