La crisis del biodiésel, agravada por el aumento de las importaciones, que provocó el derrumbe de la producción nacional en 2011, con una caída del 46 por ciento, ha pasado una gruesa factura a Biocombustibles de Zierbana, en fase de liquidación.
La planta de la compañía, que arrancó a mediados de 2009, ocupa 22.000 metros cuadrados en el puerto de Bilbao y tiene una capacidad de producción anual de 200.000 toneladas de biodiésel. Las primeras señales de alarma surgieron en 2010, que cerró sin actividad.