Antes de comunicar el relevo a Palao ya tenía casi cerrada la lista de directores generales y presidentes de Aena y Puertos del Estado que dependerán de Concepción Gutiérrez.
El ministro de Fomento ha designado directamente al equipo de la nueva secretaria de Transportes, Concepción Gutiérrez, sobre todo, a los primeros espadas de Puertos del Estado y Aena, en un demostración de su vocación por invertir en infraestructuras en detrimento de la aplicación de políticas activas que demanda el sector
José Blanco, el flamante ministro de Fomento, ha impuesto el equipo de trabajo a la nueva Secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez del Castillo, la diputada por Jaén que sustituye en el cargo a Fernando Palao. Un hecho que constata el ímpetu con que Blanco se ha hecho con las riendas de Fomento es que uno de los primeros ceses que comunicó fue el de Mariano Navas, presidente de Puertos del Estado. La destitución de Navas se produjo antes que el cese del propio Fernando Palao, principal valedor del primero y secretario de Estado de Transportes, y de cerrar el fichaje de Concepción Gutiérrez para ocupar el cargo de este último, según fuentes oficiales y del PSOE.
La fulminante salida del presidente del ente público estaría motivada por el malestar que reina en el grupo parlamentario socialista con el anteproyecto de la nueva Ley de Puertos, cuyo exponente máximo ha sido Navas, que no ha conseguido consensuar el texto con los agentes sociales, ni en la anterior legislatura ni en la actual. En una reunión a media tarde del 15 de abril, Blanco comunicó a Palao que no contaba con él para el nuevo gabinete. Palao entró a la reunión sabedor de cuál era su futuro. Y es que pocos días antes ya se había filtrado que el gallego Fernando González Laxe, presidente de la Xunta entre 1987 y 1990, iba a ocupar el sillón de Puertos del Estado, donde Navas llegó de la mano de Palao en abril de 2004.
La suerte de Navas y Palao estaba encadenada. Pero Blanco no sólo ha impuesto a la nueva secretaria de Transportes el nombramiento de González Laxe, que, según las mismas fuentes, será oficial en el Consejo de Ministros del 24 de abril. Algo parecido ha ocurrido con las direcciones generales de Aviación Civil y Marina Mercante, y con Aena, que cuelgan de esta Secretaría. Los sustitutos de Felipe Martínez en Marina Mercante, cuyo futuro también estaba íntimamente ligado al de Palao, de Martín Bautista en Aviación Civil y de María Encarnación Vivancos en Aena, se han cerrado al alimón que la designación de Gutiérrez, aunque sus nombramientos tampoco serán un hecho hasta el 24 de abril, siempre según los mismos medios.
El ingeniero coruñés Manuel Ameijeiras, actual delegado del Gobierno en Galicia, recaerá en la presidencia de Aena o en la Dirección General de Aviación Civil. Por su parte, el sustituto/a de Felipe Martínez en Marina Mercante, también está atado. “No es marino, pero ocupa un alto cargo en el Gobierno relacionado con el sector”, lo que parece indicar que procede del Ministerio de Medio Ambiente, Marino y Rural. Lo que al cierre de esta edición era una incógnita es el futuro de Juan Miguel Sánchez en la Dirección General de Transportes por Carretera, donde lleva al frente desde 1999, con el Gobierno de Aznar, hasta el día de hoy. Sánchez, funcionario de carrera, no ha ligado su futuro al de Palao. “Es un superviviente nato”, aseguran fuentes de Fomento. Además, voces cualificadas del PSOE añaden que esta dirección general “es poco atractiva y no supone una urgencia para el ministro”, por lo que no sería extraño que Sánchez siguiera al frente de la misma.
Los pros y los contras de Sánchez
Un hecho juega a su favor: tiene el apoyo de la primera patronal del sector, la CETM, que, a su vez, controla el Comité Nacional. Otro en contra: no cuenta con el respaldo del sindicato UGT, que puede tener ascendencia sobre el ministro Blanco a la hora de moverle la silla. La rapidez y decisión con que Blanco ha ejecutado los cambios en la segunda línea de Fomento demuestran que su principal objetivo es amarrar el control de los entes públicos, caso de Aena y Puertos del Estado, además del Adif y Renfe, cuyos nuevos primeros espadas también estarían atados, “porque son los más dinámicos, los que tienen capacidad inversora, necesaria ahora más que nunca con la crisis”, lo que dejaría en un segundo plano la implementación de nuevas políticas demandadas por el sector.
“Es un hecho que Blanco tiene mucho peso político, lo que le otorga capacidad y autoridad frente a Economía para ganar presupuestos destinados a infraestructuras”, aseguran desde el PSOE. Del anterior equipo de Alvarez, Blanco ha mantenido a Victor Morlán como secretario de Estado de Infraestructuras y Planificación. Este negociado estaba dividido en dos secretarías de Estado con Alvárez, lo que, sumado a la nueva de Transportes que creó para Palao, le llevó a enfrentarse con los vicepresidentes De la Vega y Solbes, que preconizaban una racionalización del gasto.
La pelea fue tal que nunca llegó a publicarse en el BOE el organigrama diseñado por Alvarez para su segunda legislatura. Los medios socialistas consultados aseguran que Morlán, un buen gestor que mantiene una excelente relación con Blanco, será “un hombre de acompañamiento para orientar la gestión en el período de transición, ya que es la memoria histórica del ministerio”. Por último, Inmaculada Rodríguez Piñeiro, portavoz de Economía del grupo socialista en el Congreso y persona del aparato del partido leal a Blanco, es la nueva secretaria general de Infraestructuras.