El grupo transitario catalán corona la reestructuración corporativa.
El grupo transitario Bofill & Arnan, con sede central en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto de Barcelona, proyecta reemprender su expansión internacional a partir de 2015, que frenó hace seis años por la crisis. Y retomará el crecimiento exterior donde proyectaba en 2008, desembarcando en Latinoamérica, después de entrar en el continente asiático con tres oficinas en China, una en Corea del Sur y otra en India. El operador se instalará con oficinas propias en Colombia, Perú y México, mercados que actualmente cubre con corresponsales. “El proyecto más avanzado es el de Colombia, pero todavía no está decidido qué país será el primero ni si iremos solos o con socios locales”, señaló a este periódico Jordi Barbany, director general de Bofill & Arnan. La elección responde a que “son tres países muy bien consolidados y posicionados para invertir”.
El objetivo con esta operación es conseguir doblar la actividad marítima y aérea a cinco años vista, que supone el 50 por ciento de su negocio actualmente. En el mercado peninsular, el grupo transitario español no crecerá más con medios propios, pero sí baraja incrementar nicho de negocio mediante adquisiciones como la compra que hizo el año pasado del fondo de comercio de transporte terrestre de la transitaria gerundense Sernal.
Esta operación “fue una oportunidad y estamos valorando otras que nos ofrece el mercado para continuar creciendo en España”, añadió el directivo de Bofill & Arnan. El grupo ha culminado la reestructuración corporativa, que empezó en 2011 con la liquidación de las filiales que tenía en la Comunidad Valenciana, Bofill & Arnan Levante y Tránsitos Gozálves. Ahora, la matriz ha absorbido la filial que quedaba, Bofill & Arnan Madrid. Con la reestructuración, el grupo ha quedado en dos sociedades, la matriz, Bofill & Arnan, para el transporte aéreo y marítimo, y BCN Aduanas y Transportes, para el transporte por carretera y actividades logísticas.
“Hemos simplificado estructura y ahorrado costes”. En actividad terrestre, una de las prioridades de la transitaria es potenciar el mercado marroquí este año. Para conseguirlo, ha puesto en marcha un servicio directo de grupaje, con dos salidas semanales, en alianza con su corresponsal tunecino. El operador cuenta con más de una cuarentena de servicios de grupaje que cubren prácticamente toda Europa y el norte de África.
El grupo ha facturado 28,5 millones de euros en los primeros seis meses del año con un avance del 9,6 por ciento en relación al mismo periodo de 2013, lo que supone un cambio de tendencia respecto a los descensos de los últimos años. “Nuestro objetivo es alcanzar entre los 58 y los 60 millones de euros” al cierre del 2014, frente a los 52 millones de volumen de negocio que tuvo en 2013. La transitaria, que dirige la cuarta generación, gestiona unos 160.000 envíos anualmente.