El grupo liquida así su negocio de reparación en el puerto de Barcelona tras deshacerse primero de Unión Naval Marsella.
Boluda ha decidido devolver la concesión del astillero Unión Naval Barcelona al puerto catalán al no prosperar la venta del mismo. El grupo marítimo valenciano liquida así su negocio de reparación de buques tras deshacerse anteriormente de Unión Naval Marsella. El puerto ya ha iniciado los trámites para recuperar la concesión
EVA MÁRMOL. Barcelona Boluda Corporación Marítima ha decidido deshacerse de su negocio de reparación de buques. El grupo marítimo valenciano presentó en marzo la renuncia a su concesión donde se asienta el astillero Unión Naval Barcelona (UNB) a la Autoridad Portuaria, once años antes de que expirara. Boluda ha dado este paso al no prosperar la venta del astillero, aseguraron fuentes sindicales.
El vecino del astillero en el puerto de Barcelona, Marina Barcelona 92, que se dedica a la reparación de yates de lujo, ha sido una de las empresas que negoció la compra, según estas fuentes. A principios de enero, el presidente y propietario del grupo naviero, Vicente Boluda, dijo a los representantes de los trabajadores que en un plazo de mes y medio les comunicaría si había o no venta. “El 8 de marzo nos dijeron que devolvían voluntariamente la concesión”.
La dirección de la empresa argumentó “que era lo más razonable por la situación del astillero, en plena zona de expansión urbana de Barcelona, por los problemas medioambientales que genera la actividad y por la fecha de caducidad de la concesión, que la Autoridad Portuaria no prorrogaría”. UNB, ubicada en el muelle Cataluña, está justo delante del nuevo Hotel Vela y al lado de una futura zona de paseo.
Para los sindicatos, “no está justificado el cierre ya que hay carga de trabajo y la empresa tiene beneficios”. El astillero registró una facturación de 20,23 millones de euros y un resultado negativo en 2008, según el Registro Mercantil. En 2007, sus ventas alcanzaron los 22,74 millones y en 2006, los 23,37 millones. UNB cuenta con una plantilla de 95 trabajadores, a los que se suman más de un centenar de puestos indirectos.
La dirección, que al cierre de esta edición no había presentado una propuesta formal a los trabajadores, ofrece prejubilaciones y recolocaciones en Marina Barcelona 92 y en el astillero dedicado a la construcción que tiene en Valencia. Los trabajadores piden “el mantenimiento de los puestos de trabajo en la zona”. No entienden “el silencio de la Autoridad Portuaria porque desaparece un servicio casi de utilidad pública, que ofrece el puerto hace más de 140 años”. Boluda declinó hacer declaraciones. Por su parte, fuentes de la Autoridad Portuaria señalaron que estaba en fase de tramitación la recuperación de la concesión de UNB.
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