Estudia firmar una opción para comprar los dos buques que tiene fletados a Trasatlántica.
Boluda Lines, antes Naviera Pinillos, ha reestructurado sus líneas y su flota entre el Mediterráneo y Canarias para hacer frente a la crisis y al desplome de la actividad, en un mercado penalizado además por la fuerte estacionalidad de los tráficos, al tiempo que acortar los tiempos de tránsito entre ambas zonas. El armador ofrece un servicio que parte cada fin de semana de los puertos de Barcelona, Valencia y Alicante con dirección a Canarias, enlazando las islas capitalinas y las periféricas sin transbordos.
Estos trayectos están cubiertos por una flota muy joven integrada por los portacontenederos “Ruiloba” y “Cte Beatriz”, ambos fletados en time charter a Trasatlántica y sobre los que la compañía no descarta firmar un opción de compra, y el “Skirner” y “Neuburg”, éstos alquilados a navieros extranjeros. El servicio incluye enlaces semanales desde Génova y Livorno, en Italia. Corporación Boluda, que ha conseguido refinanciar su deuda con el Santander, también ha puesto a la venta cinco de los barcos más antiguos de su flota y mantiene atracados algunas unidades con objeto de adecuar su oferta a la demanda.
Las expertos aseguran que la carga en el mercado de Canarias bajó un 20 por ciento en el primer trimestre del año como consecuencia de la crisis, aunque también indican que parece haberse estabilizado en ese guarismo. Este desplome ha pasado factura a los armadores, algunos de los cuales han desaparecido como tales, caso de Trasatlántica, que ha fletado sus dos portacontenedores a Boluda, aunque sigue trabajando como agencia y colocando su carga en las bodegas de esta última, de Contenemar y la turca Arkas. Otros han llegado a acuerdos.
Por ejemplo, Boluda y Contenemar, además de ajustar sus respectivas ofertas, se han aliado en algunos tráficos. Y JSV Logistic ha replegado posiciones como armador, desprediéndose así de los elevados fletes que pagaba por el alquiler de los buques, a excepción de un barco para la línea de short sea peninsular que tiene un pie de carga de Mercadona, y se ha asociado con la holandesa WEC, que también transporta carga feeder de MSC.
Además, la crisis está provocando una cruenta guerra de fletes. “Siempre hay compañías que desembarcan pensando que el mercado de Canarias es el maná y tiran los fletes por los suelos, todo ello para marcharse al día siguiente. Mientras, los armadores de toda la vida tienen que seguir el juego de estos francotiradores para no perder a sus clientes, que no entienden de lealtad y no valoran ni la continuidad ni la fiabilidad del servicio de la navieras de siempre”, explica un analista sectorial.
El coste de las terminales
Otro factor castiga a los armadores de este negocio que no tienen puesta una pata en la terminales. “Hay puertos en Canarias y en Península donde no existe casi competencia en la estiba porque sólo hay una terminal y la naviera está obligada a operar en esa instalación quiera o no quiera. Y las terminales, que también sufren las crisis, están subiendo los precios inexorablemente. Es que cuesta más mover un contenedor de 20 pies en un puerto que transportarlo en un barco. Una caja necesita cuatro movimientos en un puerto, lo que supone un coste de 400 euros para el armador. Pero transportar ese mismo contenedor vale 200 euros de flete FIO”, concluye el analista.