La terminal de Alicante, con un crédito de 106 millones, pierde su principal tráfico, el servicio del armador valenciano a Baleares.
Boluda está negociando con su socio OHL la venta del 50 por ciento que detenta en Terminales Marítimas del Sureste, tras que la naviera haya suspendido las operaciones de su servicio de carga rodada entre Alicante y Baleares. La terminal, que arrancó en abril, tiene que hacer frente a un crédito sindicado de 106 millones de euros
Boluda está negociando su salida del accionariado de Terminales Marítimas del Sureste (TMS) en el puerto de Alicante, según han confirmado a este periódico fuentes de la compañía, después de que el armador haya suspendido en noviembre las operaciones de su servicio de carga rodada con Baleares. Boluda, que detenta un 50 por ciento de las acciones de la estibadora, a través de la sociedad Miller Alicante, quiere vender su participación a su otro socio en la terminal, la constructora OHL, con la que inició en marzo de 2003 el contrato de la construcción y explotación durante 32 años y seis meses de la ampliación del puerto de Alicante.
Un contrato realizado con un nuevo modelo concesional privado por el que apostó el entonces Gobierno de Aznar. Bajo este modelo, la Autoridad Portuaria adjudicó a OHL-Boluda la construcción de los diques de abrigo de la ampliación y el dragado de la dársena, por importe de 65,3 millones de euros, mientras que ambas compañías aportaban 106 millones de euros para construir línea de atraque, rellenos de explanada, urbanización de los cuatro muelles de la ampliación, accesos viarios y ferroviarios, así como la instalación de maquinaría. La novedad es que la adjudicataria construiría todo, tanto la parte pública como la privada, percibiendo el importe de la inversión pública.
Cinco años después, con TMS ya operativa, la salida del socio estratégico de OHL en el proyecto supone “un grave problema” para la constructora, a lo que hay que añadir el préstamo sindicado que tiene la compañía que “vincula a los dos socios y que dificultaría la salida de Boluda de la terminal”, según señalan fuentes solventes. Para hacer frente a la inversión y al contrato de explotación de las instalaciones de TMS, OHL-Boluda suscribieron un préstamo sindicado, liderado por la banca alemana WestLB y soportado por entidades financieras españolas, por un valor de 106 millones de euros, con vencimiento final en el ejercicio 2025.
De los cien millones de euros del préstamo quedarían disponibles, según los datos de OHL al 31 de diciembre de 2007, un total de 39 millones de euros por ejecutar, estando previsto el inicio de amortización de la deuda a partir de junio de 2009. OHL Concesiones tenía previsto alcanzar unos ingresos de 1.086 millones de euros en TMS entre 2008 y 2035, según la proyección realizada por la compañía a finales del pasado año. Por otro lado, TMS ya ha entablado negociaciones en paralelo con otras compañías navieras, que la empresa guarda con celo, para iniciar una nueva línea con Baleares y cubrir en parte la pérdida de negocio que representa la salida del servicio de carga rodada de Boluda de sus instalaciones.