El operador británico, que tiene un acuerdo con Lodisna para suministrar un millón de litros de HVO en 12 meses, se marca como reto multiplicar por 30 dicho volumen este año para el mercado europeo.
BP tiene en la producción de biocombustibles como el aceite vegetal hidrotratado (HVO) uno de sus motores de crecimiento para impulsar la transición hacia el carbono cero del transporte por carretera europeo, junto con la recarga de vehículos eléctricos, las energías renovables y el hidrógeno.
El operador energético británico alcanzó, en el último trimestre del pasado año, un acuerdo con el transportista Lodisna para suministrar un millón de litros HVO100 durante 12 meses desde las instalaciones de BP en Tafalla (Navarra), situándose como una de sus mayores operaciones con biocombustibles firmadas en Europa.
BP se ha marcado como objetivo para este ejercicio ampliar la oferta de HVO100 en su estación de Tafalla a clientes adicionales de flotas y también considerar nuevas ubicaciones en la red minorista en España.
El operador energético también ha firmado otros 13 acuerdos de suministro de HVO100 en los Países Bajos, Alemania, Austria, Polonia y en el Reino Unido. Su objetivo es poner en marcha hasta 80 nuevos acuerdos en estos mismos países y en España durante 2024.
Así, BP prevé comercializar 30 millones de litros de HVO100 para finales de este ejercicio, lo que requerirá unas 90 estaciones de servicio en funcionamiento para su distribución en Europa.
El operador británico lidera la iniciativa HyVal que contempla unas inversiones de hasta 2.000 millones de euros en su refinería de Castellón, destinadas a la producción de hidrógeno verde, energías renovables y para triplicar la producción de biocombustibles, hasta lograr un volumen de 650.000 toneladas en 2030.
En la misma dirección, en 2022 adquirió una participación del 30 por ciento de Green Biofuels, un proveedor referente del HVO en el Reino Unido.
Por otra parte, para el desarrollo en la electrificación del transporte por carretera, BP alcanzó, a finales del pasado año, un acuerdo con Iberdrola para invertir 1.000 millones de euros en crear una red de carga pública rápida y ultrarrápida, con 11.700 puntos de carga en la península ibérica en 2030. La sociedad conjunta, que inició su actividad con más de 300 puntos de carga en operación, planea tener casi 5.000 en España y Portugal para 2025.
Dentro de esta alianza de Iberdrola y BP Pulse, el próximo mes de julio se pondrá en marcha el primer cargador MCS (Megawatt Charging System) en la base logística de Disfrimur, en Sangonera la Seca (Murcia). Fabricado por la española Power Electronics, con una potencia de más de 1.000 kW, permite la carga ultrarrápida de las baterías de los vehículos pesados del 10 al 80 por ciento en unos 30 minutos.