La modificación de la Directiva de pesos y dimensiones, cuya aprobación se demorará, deja a la potestad de los Estados miembros la circulación transfronteriza de 44 toneladas y vehículos euromodulares.
La modificación de la Directiva 96/53/CE, que establece los pesos y dimensiones máximas permitidas para los vehículos pesados que circulan por las carreteras de la Unión Europea, se queda coja para el sector del transporte internacional. La nueva regulación tan solo entreabre la puerta a la libre circulación de camiones de más tonelaje, que seguirá careciendo de una armonización efectiva en todo el territorio comunitario europeo.
La normativa apuesta por dejar a la potestad de los Estados miembros la circulación transfronteriza de vehículos de 44 toneladas y vehículos euromodulares (megacamiones y duotrailers). “Las posiciones, tanto de la Comisión como del Parlamento Europeo, han dejado patente que están por dejar mano libre a los diferentes Estados”, señala Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de la patronal española Astic.
En la práctica, esto supone que “para que los camiones de más tonelaje pasen de un Estado a otro, estos tienen que ponerse de acuerdo”, apunta Valdivia. “Nos hubiera gustado más uniformidad para que las normativas no se conviertan en un puzle”, señala. “Aunque nos dejaran pasar fronteras con más tonelaje, los Estados con frontera común tienen que ponerse de acuerdo”, matiza.
Por otra parte, la modificación de la Directiva tendrá todavía que esperar. A fecha de hoy, tanto la Comisión Europea como el Parlamento Europeo han dado ya su visto bueno, pero falta todavía la aprobación por parte del Consejo Europeo y, en su caso, los famosos trílogos. Todo esto en un contexto en el que ya están convocadas elecciones europeas para el mes de junio.
“No está clara la aprobación final”, reconoce Valdivia. “Es un calendario acelerado el que se tiene que afrontar, porque se aproximan las elecciones europeas”, recuerda. “El nuevo Parlamento puede tener en cuenta todo esto o decidir que se empieza de cero, con lo que la normativa europea de masas y dimensiones se paralizaría”, advierte. “Después del verano sabremos un poco más”, anticipa Valdivia.
Cero emisiones
Al margen de la posibilidad de circulación transfronteriza de los vehículos de más tonelaje, otro de los aspectos que contempla la modificación de la Directiva europea es permitir un mayor peso y dimensiones para los camiones de cero emisiones, lo que facilitará la incorporación de baterías en los camiones eléctricos.
Al mismo tiempo, la nueva regulación pone también el foco en el transporte especial o transporte de cargas indivisibles, un segmento de mercado vinculado a los ámbitos estratégicos de los sectores de las energías renovables, la ingeniería civil y las infraestructuras, el petróleo y el gas, la industria pesada y la generación de electricidad, según reza el documento. En este sentido, Bruselas impulsa el nuevo Registro Especial Europeo de Camiones y Remolques (SERT, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es armonizar la operativa en toda la Unión Europea.
La revisión de la directiva sobre pesos y dimensiones para los vehículos pesados que circulan por las carreteras de la Unión Europea ha tenido un marcado acento español. La eurodiputada aragonesa Isabel García Muñoz, portavoz socialista de la Comisión de Transporte y ponente principal del informe, subraya que esta iniciativa busca “promover un transporte de mercancías más sostenible, incentivando el uso de camiones de cero emisiones y la intermodalidad con los sectores del ferrocarril y marítimo”.
A su juicio, la propuesta de modificación pretende “garantizar una competencia leal entre los operadores de transporte por carretera y armonizar las normas para el transporte transfronterizo, que actualmente no representan lo que debe ser un verdadero mercado interior europeo”.
Posiciones encontradas
La nueva modificación de la Directiva de pesos y dimensiones ha generado visiones muy contrapuestas en la industria del transporte. A favor se posiciona la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU) que resalta que “perfecciona los incentivos propuestos por la Comisión Europea para ayudar a alcanzar sus objetivos de descarbonización”.
También, la Asociación Europea de Transportistas por Carretera (UETR) reconoce los avances con la votación del Parlamento Europeo para “permitir legalmente el tráfico transfronterizo de combinaciones de 44 toneladas a través de un sistema amplio y uniforme con el que lograr igualdad de condiciones en el sector”.
Por su parte, la Asociación Europea de Transporte Especial por Carretera (ESTA) considera la revisión “un paso importante para la adopción en toda Europa de la documentación estándar SERT o para establecer una ventanilla única por país en los permisos de circulación”.
Por su parte, desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) defienden que “los aumentos de peso tienen como objetivo corregir el desequilibrio con los modelos diésel, pero se necesitan más ajustes”.
La Asociación Europea de Servicios Transitarios, Transporte, Logística y Aduanas (CLECAT) aunque acoge con satisfacción la modificación, pone de manifiesto que “las disposiciones de la evaluación previa de nuevas rutas EMS y la cláusula de extinción de 2035 para camiones de combustible fósil de 44 toneladas crean barreras innecesarias para el despliegue de combinaciones de los euromodulares”.
Más crítica es la Asociación Europea para la Electromovilidad (AVERE), que recalca “la falta de ambición de Bruselas dado que mantendrá el límite de peso para los camiones diésel en 44 toneladas hasta al menos 2035, proporcionándoles una ventaja competitiva”.
Las posiciones más opuestas vienen del sector ferroviario. La Unión de las Industrias Ferroviarias Europeas (UNIFE), la Comunidad de Empresas Europeas de Ferrocarriles e Infraestructuras (CER), la Asociación Europea de Transporte Ferroviario de Mercancías (ERFA), la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC) y la Unión Internacional de Transporte Combinado Carretera-Ferrocarril (UIRR), presagian en un manifiesto que “el aumento del peso de los camiones en toda Europa tendrá graves repercusiones para las emisiones y la seguridad en el transporte de mercancías”. Además, según las citadas organizaciones, la nueva normativa “también significará que se movilizará más carga por carretera, lo que crea un grave riesgo de que se produzca un cambio modal inverso”.