La Comisión Europea acaba de exigir a España una mayor transparencia en la financiación pública del ferrocarril. Bruselas, que también ha abierto un expediente en la misma línea a Austria, se muestra preocupada por el hecho de que España debería asegurar una completa transparencia en la contabilización de los fondos públicos que destina al ferrocarril, como exige la Directiva 2012/34/UE, de modo que los privados puedan competir en igualdad de condiciones con Renfe Mercancías para un mayor beneficio del usuario final de los mismos. Hasta la fecha, en contra de los argumentos comunitarios, España no ha adecuado la transferencia de fondos públicos a Renfe al modelo de contabilización que exige la CE, según el expediente de Bruselas.
“De hecho, a tenor de la gestión actual en España (y en Austria), no se puede descartar que la financiación pública dedicada al transporte público de pasajeros, esté siendo empleada para subsidiar colateralmente otros servicios de transporte”, asegura la CE en clara referencia a que estas subvenciones se podrían estar desviando al negocio de mercancías que se encuentra liberalizado desde 2005, lo que sería ilegal a todas luces. Puesto que esta situación “es contraria a la reglamentación comunitaria”, que está dirigida a establecer un mercado comunitario eficiente y sin distorsiones para el ferrocarril, la Comisión acaba de enviar sus argumentaciones a España.
En caso de no obtener una respuesta satisfactoria en el plazo de dos meses, la propia CE puede remitir el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. El tirón de orejas que ha recibido el Gobierno de Rajoy en relación a las cuentas de Renfe no es el primero. En su informe de mayo de 2013, la Comisión Nacional de la Competencia puso negro sobre blanco la caótica situación del mercado del transporte de mercancías por ferrocarril tras ocho años de una liberalización que se ha revelado frustrada y frustrante para los operadores privados de la mano de Renfe. Dice la CNC que la pública “domina el mercado y sus competidores no pueden ejercer presión competitiva, tampoco en los mercados del material rodante y de reparación y mantenimiento del mismo”.
VENTAJAS DE RENFE
Otra de las “ventajas desproporcionadas” de que disfruta Renfe, según el citado documento de la CNC, es que “recibe financiación pública, y aunque en los años más recientes la financiación no se ha concedido específicamente para el transporte de mercancías, no es posible verificar que se emplee efectivamente en los destinos para los que se otorga, como señaló el Tribunal de Cuentas en su informe de 2011 sobre Renfe- Operadora, ni es descartable que pueda favorecer su posición allí donde compita con otras empresas, habida cuenta de la posibilidad de que esta última realice subvenciones cruzadas, directas o indirectas, entre actividades o incluso entre trayectos ferroviarios dentro de la actividad de transporte de mercancías”.
En este sentido, Competencia propuso “establecer la independencia jurídica, contable y funcional de las sociedades de venta y alquiler de material rodante y de mantenimiento y reparación del mismo respecto a Renfe” y “asegurar la transparencia de precios de venta y alquiler y el acceso no discriminatorio de terceros al material rodante” que actualmente es titularidad de la empresa pública.