El fracaso en las negociaciones para la venta de la compañía desencadenó la pérdida de gran parte de su fondo de comercio.
Transportes Buytrago ha cesado actividad y puesto sobre la mesa un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción para toda la plantilla (800 trabajadores). El fracaso en las negociaciones para la venta de la compañía desencadenó la pérdida de gran parte de su fondo de comercio en pocos días, precipitando el cierre
Salvo gran vuelco de última hora, Transportes Buytrago se encamina hacia su desaparición. Otra empresa histórica del sector que todo apunta a que se quedará en el camino. Al cierre de esta edición, la actividad de la paquetera se encontraba completamente paralizada, con el grueso de su personal sujeto a licencia retribuida y con un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción para sus 800 trabajadores en plantilla encima de la mesa, según confirman fuentes del sector.
También se han visto afectados los cerca de 700 autónomos que operaban para la compañía. Previamente, con fecha 6 de marzo, Transportes Buytrago Andalucía, matriz del grupo, junto a cuatro de sus filiales (Transportes Buytrago Barcelona, TB Express Guipúzcoa, TB Vitoria y Transportes Buytrago La Rioja), había presentado preconcurso de acreedores “con la finalidad de poder renegociar los créditos con los acreedores en el plazo previsto en la Ley Concursal y preservar los derechos de los trabajadores”, según anunciaba la compañía en un comunicado.
El preconcurso se presentó pocos días después de que el director general de Transportes Buytrago, Antonio Muñoz, reconociese ante directivos y trabajadores las graves dificultades económicas por las que atravesaba la compañía, según señalan fuentes solventes. Buytrago lleva tiempo tratando de renegociar su deuda con la Seguridad Social, así como con diversas entidades bancarias, en este caso como consecuencia de las fuertes inversiones acometidas en Andalucía y Levante.
En todo caso, el principal desencadenante del cese de actividad ha sido el fracaso de las negociaciones que mantenía el equipo directivo con un grupo logístico internacional para la compra de la empresa o, en el peor de los casos, para la firma de un acuerdo de colaboración para el trasvase de tráficos internacionales y domésticos similar al que Buytrago había desarrollado con Geodis en los dos últimos ejercicios y que el grupo francés optó por no renovar al expirar recientemente su vigencia.
Este acuerdo establecía que la paquetera española se encargaba de la distribución de la carga de la gala en España, mientras que Geodis hacía lo propio con los envíos de Buytrago con destino a la Unión Europea, principalmente en el país vecino. El acuerdo dio vida en su momento a la española, acuciada desde el inicio de la crisis por el fuerte descenso de actividad en el mercado interior.
NEGOCIACIONES CON GLS
Fuentes del sector han señalado a General Logistics Systems (GLS) como el grupo que ha estado más cercano a concretar un acuerdo con Buytrago. Este periódico ha tratado sin éxito de confirmar este extremo con los responsables de GLS en España. El fiasco de las negociaciones de venta o partenariado con un grupo internacional desencadenó la salida de la red de algunas delegaciones que actuaban como franquiciados, como son los casos de Alicante, Albacete y Murcia, lo que repercutió en un notable descenso de la actividad en Buytrago. De manera simultánea, responsables de algunas delegaciones propias de la paquetera y una parte importante de su fuerza de ventas decidieron abandonar la compañía y comprometerse con empresas de la competencia, lo que dio lugar a una sangría en el fondo de comercio del grupo transportista.
En la práctica, la mayor parte de los tráficos y mercancías que gestionaba Buytrago hasta ese momento empezaron a derivarse hacia competidoras como Ramoneda, Souto, Tranxportar y CBL, entre otras, según fuentes del sector. El impacto fue de tal calado que se produjo una caída del número de expediciones diarias de 1.800 a menos de 500 de un día para otro, tornando la situación en insostenible.
El siguiente paso en todo este proceso será la inminente puesta en marcha de la mesa de negociación entre Buytrago y la representación sindical en relación con el ERE de extinción presentado por la empresa para la totalidad de la plantilla. El período abierto para esta negociación, que será de un mes, es el que la compañía se habría marcado para buscar a la desesperada un posible comprador.
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