Inactiva desde marzo, fue declarada en concurso el pasado julio y deberá afrontar el juicio por despido de sus 1.000 empleados.
Transportes Buytrago, inactiva desde el pasado mes de marzo, continúa pendiente de resolver su liquidación y el ERE extintivo. La compañía, en preconcurso desde el cese de actividad, solicitó concurso de acreedores en julio y deberá afrontar el juicio por el despido de sus 1.000 empleados el próximo mes de noviembre
La histórica Transportes Buytrago fue declarada en concurso voluntario de acreedores por el juez Santiago Senent Martínez, titular del Juzgado número 7 de lo mercantil de Madrid, el pasado 28 de julio. La compañía, en preconcurso desde el pasado 6 de marzo, había solicitado finalmente el concurso de acreedores a principios de julio. Buytrago presentó el preconcurso coincidiendo con el cese de su actividad, que se precipitó tras el fracaso de las negociaciones que mantenían abiertas los responsables de la compañía para su venta a una multinacional del sector. El preconcurso se completó con la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción para la totalidad de sus cerca de 1.000 trabajadores en plantilla, 350 de los cuales pertenecen a su sede central de Getafe (Madrid).
El período de consultas sobre este ERE se cerró sin acuerdo y derivó en la impugnación del mismo por parte de los trabajadores ante el juzgado de lo social. El pasado 9 de septiembre estaba prevista la celebración del juicio, pero fue finalmente pospuesta por el juez hasta el 6 de noviembre como consecuencia de que el administrador concursal de Buytrago no había tomado aún posesión de su cargo. El motivo del desencuentro en torno al ERE tiene que ver con las garantías de pago, según fuentes del comité de empresa, ya que las instalaciones en las que operaba Buytrago hasta el momento del cese de su actividad son propiedad de la sociedad patrimonial de la familia Muñoz y no de la empresa transportista. Buytrago cuenta con naves de gran tamaño y reciente construcción tanto en Getafe (Madrid) como en las delegaciones de Guarromán (Jaén), San Sebastián o Pamplona, entre otras.
Al margen de esto, los principales activos de Buytrago son más de medio millar de vehículos de largo recorrido y reparto que actualmente se encuentran estacionados en las instalaciones de la compañía en Getafe y Guarromán. Pese a encontrarse totalmente inactiva en lo que a la actividad de transporte se refiere, Buytrago mantiene en sus puestos en torno a 35 personas dedicadas a labores de administración y custodia de instalaciones y flota hasta que se produzca la previsible liquidación definitiva de la empresa, según apuntan fuentes del sector. Por su parte, el mapa de franquicias de Buytrago se ha ido disolviendo como un azucarillo en estos meses. Así, las franquicias que operaban para Buytrago en el este peninsular (Valencia, Alicante, Murcia y Albacete), que fueron las primeras en abandonar el barco, más alguna más como son los casos de Burgos y Salamanca, se encuentran ahora bajo el paraguas de Ramoneda, según fuentes del sector.
Muchas de ellas han aprovechado estos meses para cambiar su denominación social, eliminando de ella la marca Buytrago. Además, como informó también este periódico en su día la mayor parte de su fuerza de ventas encontró inmediatamente acomodo en empresas de la competencia, como son los casos de CBL, Azkar o Souto, entre otras, lo que produjo que la mayoría de sus tráficos acabaran desviándose en el transcurso de unos pocos días. Esto, junto a la inexistencia de un plan B o alternativa por si no se consumaba la venta de la empresa, acabó derivando en el colapso definitivo de Buytrago y el cese fulminante de su actividad.