El Consitorio paraliza varias obras, que declara “ilegales”, y el empresariado alerta de “pérdida de credibilidad y operatividad”.
El alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, reabre hostilidades con Corina Porro, presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo y candidata a la Alcaldía por el PP, y dinamita la actividad portuaria. El Consistorio paraliza varias obras, que declara “ilegales”, mientras los empresarios alertan de “pérdida de credibilidad y operatividad”
La comunidad portuaria y empresarial de Vigo ha vuelto a encender todas las alarmas. El enfrentamiento abierto que mantiene el alcalde de esta ciudad, el socialista Abel Caballero, con la presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo, Corina Porro, su sucesora en el cargo al frente de la dársena y candidata a la Alcaldía por el PP en las municipales de 2011, se ha saldado con otra paralización de varias obras portuarias, actualmente en ejecución.
El origen de este nuevo conflicto se remonta meses atrás cuando el Consistorio presentó un contencioso por las actuaciones de Porro en el puerto y solicitó la adopción de medidas cautelares para evitar que continuasen las obras. El Juzgado, sin embargo, no dictó tales medidas y el Ayuntamiento ordenó, por su cuenta, paralizar los proyectos tras afirmar que “el puerto de Vigo está realizando obras que contradicen la normativa urbanística y, por tanto, situándose fuera de la ley”.
Por su parte, la Autoridad Portuaria de Vigo, que ya ha puesto el asunto en manos de la Abogacía del Estado, ha salido al paso de las acusaciones asegurando que “desde el puerto siempre se actúa con legalidad, como se ha demostrado recientemente con otra obra -la ampliación del muelle del Arenal-, que sufrió las consecuencias de un parón de cuatro meses”. Porro explicó que “esta paralización causa un gran daño, no sólo a las empresas que están trabajando y a sus empleados, sino que entorpece la actividad portuaria en sus objetivos de captación de nuevos tráficos”.
Las reacciones de los empresarios de Vigo, preocupados por las continuas paralizaciones y ralentización de las obras en el puerto gallego, que “perjudican a todos los usuarios, deterioran la imagen de las instalaciones y encarecen la operatividad”, no se han hecho esperar.
PÉRDIDA DE CREDIBILIDAD
La Confederación de Empresarios de Pontevedra, que preside José Manuel Fernández Alvariño, alerta de que “la nueva paralización de las obras portuarias amenaza la credibilidad del puerto, uno de los motores económicos de la ciudad y su área de influencia”. Además, Alvariño apuntó “esta continúa pérdida de credibilidad pone en riesgo futuras inversiones”, como es el caso de la implantación de la fábrica de baterías de litio de Mitsubishi en la Plataforma Logística e Industrial de Salvaterra-As Neves, el ‘puerto seco’ de Vigo, así como la captación de nuevos tráficos de carga rodada.
En la misma línea, Logidigal, agrupación de empresas de la comunidad portuaria de Vigo que preside Juan Martínez, reclamó a todas las instituciones que “arrimen el hombro” para agilizar el desarrollo de la dársena y favorecer el asentamiento de empresas vinculadas a la logística y al comercio internacional.